¿Un pequeño accidente a la hora de saludar a un amigo, un anecdótico gesto de cariño o un acto premeditado para robar el protagonismo medíatico? El caso es que al término de la intervención que Podemos ha cedido a Xavier Domènech, representante de En Comú Podem, Pablo Iglesias ha bajado de su escaño y se han fundido en un abrazo, tras el cual se han dado un pico que ha quedado grabado en vídeo.
El resultado, sin embargo, ha sido inmediato: el de acaparar portadas.
Y el de lanzar toda clase de comentarios jocosos en la red, muchos de ellos dirigidos a la expresión de los ministros populares que asistieron al beso. De hecho en el vídeo se puede observar cómo Antonio Alonso y Luis De Guindos intercambian una mirada significativa mientras Pablo Iglesias regresa a su escaño y se ríen.
Los chistes, de todas formas, salían a raudales:
Aunque sea el primer beso entre dos hombres que haya visto el hemiciclo del Congreso, no es desde luego el más famoso de la política. Ese honor corresponde al que se dieron Erich Honecker, líder de Alemania Oriental, y Leonid Breznev, de la Unión Soviética, en 1979, y que acabó incluso como grafiti en el Muro de Berlín.
Esta clase de saludo, que actualmente ha caído en desuso, no era raro entre los políticos rusos. Honecker recibió el mismo trato de Gorbachov.
Pero hay un precedente en la política nacional reciente: el pico entre los miembros de la CUP Antonio Baños y David Fernández para celebrar el resultado de las elecciones catalanas.
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