El marido de la infanta Cristina de Borbón ha seguido punto por punto todo lo declarado por Torres. El asesor del rey Juan Carlos I, José Manuel Moreno Romero, era quien le decía como tenía que actuar en Nóos y cómo debía aparecer en las fundaciones; al secretario de las infantas Carlos García Revenga, le informaba de todo lo que hacía; y el asesor fiscal de la familia real, Federico Rubio Carvajal, les hacía la declaración de la renta a Cristina de Borbón y a su marido, y revisaba todas las cuentas del Instituto Noos.
Bajo este control, ¿podrían los cabecillas del Instituto Nóos estar cometiendo los delitos de los que ser les acusa? Según ellos, no.
Además, si hay algún error o problema tanto en el Instituto Nóos como en las sociedades de ambos la culpa es del asesor y del contable, es decir, de los cuñados de Torres, Miguel y Marco Antonio Tejeiro.
"Creía estar obrando correctamente"
Respecto a Rubio Carvajal, aseguró que no sólo hacía las declaraciones de la renta de su mujer sino las suyas mismas, hasta 2009 que se marchó a Estados Unidos. Además, se reunía periódicamente con el asesor de Nóos, Miguel Tejeiro, para controlar que el Instituto Nóos tenía todos los datos fiscales correctos. No sabe exactamente que documentación se le entregó a Rubio. "Siempre creí que estaba obrado correctamente", apeló.
Sobre García Revenga, Urdangarin, que se enfrenta a una pena de hasta 26 años de cárcel, declaró: "No daba un paso en mi vida sin consultarle". Fue durante años asignado por la Casa Real como secretario de las infantas y, según Urdangarin, estaba informado de todo.
Además, el marido de la infanta Cristina de Borbón también quiso dejar clara la implicación del asesor de su suegro, Moreno Romero, conde de Fontao. Fue éste quien le recomendó que debía abandonar la presidencia y la junta directiva de Nóos después de que en sede parlamentaria saliera a relucir los convenios de colaboración aprobados por el Gobierno balear a esta asociación. Además, en esa misma decisión se optó por sacar de la junta a la infanta y al propio García Revenga.
"La recomendación era que me alejara de los formalismos de Nóos y me centrase más en asesorías de empresas privadas", explicó. La recomendación que recibió del asesor de la Casa del Rey era que debía dedicarse a asesorías de empresas privadas. Así, convino con Torres que dejaría la presidencia y la junta directiva del Instituto Nóos y abandonaría la sociedad Nóos Consultoría, vendiendo su mitad de la sociedad a Torres.
Tanto el conde de Fontao como García Revenga y Federico Rubio están citados a declarar en el juicio, en calidad de testigos. Cuando llegue su el momento se verá si confirman las versiones de los dos principales acusados o si, por el contrario, niegan el control de la Casa Real en las actividades de Iñaki Urdangarin.
"Como no sabe nada, jum jum"
La tónica habitual durante la declaración de Urdangarin fue mantener el "no se", "no me acuerdo", "de eso no me encargaba yo"... Ante esas constantes respuestas, la abogada del Estado, Dolores Ripoll, decidió pasar al contraataque. Empezó a lanzarle preguntas prácticamente sin dejarle responder. Cuando la presidenta del tribunal, Samantha Romero, le advirtió que no estaba dando tiempo al acusado para explicarse, la abogado contesto: "Es que como no sabe nada, jum jum", haciendo ese tono irónico al final de la frase.
Ripoll le puso entre las cuerdas cuando le pregunto: "¿Está usted reconociendo su defraudación?". Urdangarin había estado insistiendo que él hacía lo que sus asesores le estaban recomendado. "Pensaba que estaba bien hecho", dijo, y añadió: "Si la Abogacía del Estado o la Agencia Tributaria considera que no está bien ya se discutirá aquí con otras cosas, pero está mi voluntad y mi consignación del dinero para posibles cosas que se tengan que discutir aquí".
"¿Está reconociendo en estos momentos su error en las declaraciones formuladas?", espetó la abogada del Estado. "No, lo que digo que hay empleados que posiblemente no hayan sido bien asignados y no tendrían que haberse constituido como gasto de la sociedad Aizoon. Pero son personas que han estado dadas de alta en la Seguridad Social; si Hacienda considera que no está bien hecho, aunque en aquel momento yo pensé que estaba bien, ahí está mi asignación para poder repararlo, como se hizo en 2009", señaló.
"¿Está reconociendo su defraudación?"
Urdangarin intentaba explicar que Miguel Tejeiro había dado de alta en la Seguridad Social a trabajadores en su sociedad, Aizoon, que realmente no trabajaron en su empresa. Pero él, en ese momento, desconocía lo que su asesor estaba haciendo, según su versión de los hechos. "Usted esta diciendo 'si Hacienda considera' que sus declaraciones están hechas, y efectivamente la Agencia Tributaria cree que sus declaraciones no están bien hechas; por eso formulo la correspondiente denuncia y por eso estamos aquí. ¿Está reconociendo su defraudación?", insistió Ripoll.
"No, no lo estoy reconociendo. Estoy reconociendo que si le parece a la Agencia Tributaria que no ha cobrado correspondientemente todos los importes, siempre he tenido la voluntad de poder arreglarlo pero no lo reconozco, ya se discutirá aquí, supongo", intentó arreglarlo el marido de la Infanta. "Pues efectivamente la Agencia considera que su declaración no esta bien hecha y por eso estamos aquí. Como usted lo considera en condicional... Pro estamos en el presente", añadió Ripoll. A esta afirmación, Urdangarin miró y zanjó esa parte de interrogatorio.
"Mi señora no estaba en el día a día"
Urdangarin afronta este jueves su tercer día de declaración en el juicio que se está celebrando en la Audiencia Provincial de Palma. El ex jugador de balonmano está siendo interrogado por todas las partes del proceso bajo la atenta mirada de su mujer, también acusada como cooperadora necesaria de los dos delitos que cometió él.
Respecto de esos delitos contra la Hacienda Pública de los que está acusado, explicó que las declaraciones las hacían sus asesores y él pensó que todo estaba bien hecho cuando declaró en el Impuesto de Sociedades las asesorías cobradas por varias empresas privadas, entre ellas Telefónica, y en vez de hacerlo en el IRPF como correspondería, disfrutando así de un tipo impositivo mucho menor.
Su mujer, a la que se refiere como "mi señora", no estaba en el día a día de la sociedad Aizoon y, por tanto, desconocía lo que en ella hacía. Esta tesis planteada por el ex duque de Palma también la defienden tanto la Fiscalía Anticorrupción como la Abogacía del Estado.
Consideran que, a pesar de ser socia al 50% de la sociedad, ella no era administradora de ésta sino él, además de que lo defraudado es de él y por tanto ella no es responsable. Aún así, el juez que instruyó la causa sostuvo que ella debía saber lo que su marido estaba haciendo, avalando así la acusación del sindicato Manos Limpias, única parte que acusa a la hermana del Rey Felipe VI, y para quien solicitan ocho años de cárcel.
Urdangarin explicó que metió a su mujer en la empresa por una cuestión "personal", pero en ningún caso para implicarla en sus negocios ni formaba parte del "día a día". Era una manera de que formara parte de su trabajo, indicó.