¿Qué tiene previsto hacer el Rey? ¿Qué manual utiliza? ¿Quién le aconseja hacer qué? El artículo 99 de la Constitución da manos libres a Felipe VI para manejar el reloj político español en las próximas ocho semanas. Siete, si quitamos la de Semana Santa.
El 2 de mayo suena la alarma. Hasta entonces, la Carta Magna apenas le obliga a recibir este lunes al presidente del Congreso, Patxi López, que estará a la una de la tarde en La Zarzuela, donde ya ha ido cinco veces en el último mes y medio. A partir de ahí, sin plazos ni metodología, el monarca hará “lo que estime más conveniente”, según fuentes de Zarzuela, donde insisten: “El papel del presidente del Congreso no acaba con la investidura”.
Estas son sus opciones: remandatar a Pedro Sánchez; volver a ofrecérselo a Mariano Rajoy; ungir a un tercero o dejar la silla vacía si los representantes políticos y el presidente del Congreso le hacen ver que la labor es estéril y que una nueva nominación conducirá a otra investidura fallida. ¿De qué depende? “De la disponibilidad del candidato. No hay automatismos”, señalan en Zarzuela.
Felipe VI no tiene brújula para adentrarse en el galimatías político español. Lo primero, extremar esa cautela por la que empieza a ser conocido. “Los tiempos en política son muy importantes. Adelantarse no es lo más oportuno”, señalan estas fuentes. Desde la Pascua Militar, la Corona solo vive pendiente de la política (y, de reojo, del juicio del caso Nóos). Como Mariano Rajoy, la agenda oficial del monarca es escuálida. También la de la reina consorte, doña Letizia, que apenas atiende un acto por semana.
Reyes desaparecidos
El rey emérito, Juan Carlos I, está desaparecido desde que el pasado 14 de enero fue a Guatemala en representación del Estado español a la toma posesión del nuevo presidente. El 1 de marzo pidió ver la televisión en la finca en la que estaba cazando para seguir la intervención de Pedro Sánchez en el Congreso. A los diez minutos se había quedado dormido. La reina emérita, doña Sofía, regresa esta semana a la vida pública coincidiendo con el final del calvario de la infanta Cristina en Palma de Mallorca. Nunca antes se habían prodigado tan poco los cuatro miembros adultos de la Familia Real.
Los reyes Felipe y Letizia tienen previsto un viaje a Japón el 12 de abril que ya se ha medio caído del calendario, como ocurrió con Arabia Saudí y el Reino Unido. ¿O no? En la agencia imperial en Tokio siguen sin confirmación oficial, aunque el trabajo ya está hecho, como lo estuvo también el de Londres, con las invitaciones circulando. “España ha colgado el cartel de: cerrado por política interna”, dicen fuentes diplomáticas extranjeras. “Tal como pintan las cosas, no será hasta el otoño cuando pueda comenzar la actividad internacional normal”.
El Rey tiene que darle cuerda al reloj. Lo primero, las consultas. Esta semana (7-11 marzo) no hay prevista una tercera ronda para dar “aire y tiempo a los partidos para fijar posiciones”, según fuentes políticas. Patxi López arrojará algo de luz este lunes sobre el misterio de palacio y, en principio, se estima recibir a los interlocutores políticos entre el 14 y el 18 de marzo. Eso permitirá adentrarse en la Semana Santa con un tercer candidato en acción. Pero, ¿qué candidato?
“Hay opiniones para todos los gustos”, señalan en Zarzuela, que insisten en el importante papel que juegan el presidente del Congreso y los partidos políticos. Desde Zarzuela se persigue un difícil equilibrio. Por un lado, se quiere dejar claro que en una monarquía constitucional la acción política tiene lugar en el Parlamento. Por otro, preservando su estricta neutralidad política, sin que el papel del Rey quede tan descafeinado que se considere innecesario.
Política en tiempo real
¿Qué hará Patxi López en La Zarzuela por quinta vez este lunes? Teóricamente, explicarle al monarca cómo fue la investidura fallida del viernes. El 14 enero subió para informar al Rey sobre la constitución de las Cortes. El 22 de enero, para recoger el sorprendente desistimiento de Mariano Rajoy. El 25 de enero, para entregar al monarca una nueva lista de interlocutores ante al segunda ronda, y el 2 febrero para recoger el nombre del candidato Pedro Sánchez.
Pero Felipe VI sigue en tiempo real lo que sucede en el Congreso. Ha visto los nuevos modos que imperan en la política española, no espera a que se lo cuenten. López lo tiene difícil como real consejero. Este fin de semana se han multiplicado las ruedas de prensa, las reuniones y las entrevistas en medios de comunicación. Felipe VI ya las conoce y sabe cómo está el tablero político.
El ex candidato Sánchez es ahora un hombre a otro hombre pegado (Albert Rivera), y entre ambos suman 131 votos (con el de Ana Oramas, de Coalición Canaria). Mariano Rajoy es el candidato más votado pero no el que más votos tiene en el Congreso (123). Ambos quieren ser presidentes del Gobierno, y ninguno de los dos tiene la más mínima intención de dar su brazo a torcer. Sánchez lo ha dicho en El País y Rajoy en Abc.
¿Remandatar a Sánchez o darle la oportunidad a Rivera? A Juan Carlos Girauta (Cs) le han preguntado este fin de semana quién debe liderar el acuerdo PSOE-Cs. Respondió así: “Quien sea o no candidato es un asunto que el Rey planteará o no y nosotros no entramos”. Sánchez, en El País, añadió: “Nosotros respetaremos la decisión que tome el Rey”.
El reloj sigue en marcha.