El asesor fiscal de la familia real, Federico Rubio Carvajal, nunca visó las cuentas del Instituto Noos. Esta va a ser la afirmación que haga el asesor fiscal Miguel Tejeiro, cuñado de Diego Torres que declara esta semana en calidad de testigo. Su versión desmonta la coartada de Iñaki Urdangarin y su ex socio Diego Torres, quienes afirmaron de manera reiterativa que todas sus cuentas y declaraciones estaban controladas por la Casa Real, señalando directamente a Rubio.
Según la versión ofrecida por los dos socios, Federico Rubio se reunía cada año con su asesor fiscal para estudiar todos los datos fiscales tanto del Instituto Noos como de sus empresas. De esta manera, los dos principales acusados del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Palma se escudaban en la familia de la infanta Cristina de Borbón para demostrar que todas sus actividades estaban supervisadas por la Casa y, por tanto, no podían estar cometiendo todos los delitos de los que se les acusa.
Concretamente, la Fiscalía Anticorrupción y el resto de acusaciones personadas en la causa sostienen que Torres y Urdangarin utilizaron el Instituto Noos, una asociación sin ánimo de lucro, para conseguir dinero público y en vez de emplearlo al desarrollo de proyectos lo desviaron a sociedades suyas a través de una red de facturación falsa.
Además, Urdangarin habría cometidos dos delitos fiscales por declarar a través de su sociedad Aizoon, que compartía al 50% con su mujer, trabajos de asesoría personales como Impuesto de Sociedades y no como IRPF, dejando de declarar a la Hacienda Pública más de 120.000 euros en cada ejercicio de 2007 y 2008. Estro ha llevado a Cristina de Borbón a sentarse también en el banquillo de los acusados como cooperadora necesaria de los dos delitos fiscales de su marido.
"Jamás" vio a Federico Rubio
Miguel Tejeiro, que declarará como testigo el próximo miércoles después de conseguir que le retiraran la acusación, va a negar tales extremos. Según ha podido saber EL ESPAÑOL de fuentes próximas al cuñado de Torres, el asesor fiscal de los dos socios va a declarar ante el tribunal que jamás ha visto personalmente a Federico Rubio.
El único trato que tuvo con el asesor fiscal de la Familia Real fue por indicaciones de Iñaki Urdangarin para que le remitiera a efectos de la renta de la infanta, que hacía Rubio al ser ésta miembro de la Casa Real, los documentos comunes del matrimonio. Esto es, Tejeiro entregaba a Rubio la información relativa al Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) de su residencia, la hipoteca de La Caixa y el certificado de las cuentas comunes para que pudiera incorporarlo en la declaración de la renta de Cristina de Borbón.
Tanto la infanta como Urdangarin confirmaron que Rubio hacía la declaración de la hija del rey Juan Carlos I, como al resto de miembros de la Familia Real. Tejeiro confirmará que efectivamente esto era así y de ahí que el único contacto que mantenía con el asesor 'real' para en relación a la infanta.
El asesor fiscal de la Familia no controló Noos
Sin embargo, según estas fuentes Tejeiro va a sostener que "jamás" envió a Rubio datos sobre ninguna de las sociedades de Dieto Torres o de Iñaki Urdangarin, desmintiendo así la versión de los dos socios. El propio Torres declaró que Rubio y Tejeiro se reunían una vez al año, sobre junio, cuando había que preparar las declaraciones de la renta, al ser Tejeiro, según su cuñado, el encargado de la gestión tributaria del Instituto Noos y de las empresas de los dos socios.
Tanto Torres como Urdangarin se alinearon en sus interrogatorios para cargar todas las tintas contra Tejeiro, a quien le responsabilizaron de crear toda la estructura fiscal del entramado de Noos. Urdangarin incluso llegó a decir que fue idea y responsabilidad de éste el incluir como gastos de empresa en Aizoon determinados gastos personales, en los que se incluían clases particulares de la infanta o tickets de supermercado, peluquería o zapatería.
La Fiscalía Anticorrupción prefirió tener a Miguel Tejeiro como testigo y así reconociera todas las tropelías cometidas por su cuñado y Urdangarin. Sin embargo, fue acusado por la acusación popular representada por el sindicato Manos Limpias. Sin embargo, días antes de que comenzara el juicio anunció que le retiraba la acusación. Se rumoreaba que habrían llegado a un pacto para que implicara a la infanta en los delitos de su marido.
La infanta no fue "escudo fiscal"
Sin embargo, estas mismas fuentes consultadas sostienen que Tejeiro va a negar que se quiera utilizar a Cristina de Borbón como "escudo fiscal" frente Hacienda y por eso la convencieron para que se hiciera socia al 50% de la empresa de su marido, Aizoon. De esta manera, va a negar lo declarado en instrucción por el notario donde registraron la sociedad, Carlos Masiá.
Según declaró el fedatario ante el juez de Palma que instruyó el 'caso Noos', José Castro, Tejeiro le comentó que el propósito de la participación de Cristina de Borbón en la sociedad era para hacer de escudo frente a la Agencia Tributaria, para disuadirla de cualquier investigación fiscal. Masiá aseguró entonces que intentó disuadirles de la participación de la infanta pero ésta se negó, extremo que fue "rotundamente" desmentido por la hermana del Rey Felipe VI. Tejeiro va a asegurar que lo manifestado por el notario es una fantasía de éste.
En lo que va de juicio, se ha podido comprobar el distanciamiento entre los cuñados de Torres, Miguel y Marco Antonio Tejeiro, y éste. Días antes de iniciar la vista los dos ex socios llegaron a un pacto para no echarse la culpa entre ellos e incriminar de todo lo ocurrido a los hermanos Tejeiro. Marco Antonio sí esta acusado aunque ha pactado con las partes y ha conseguido que la petición sea de menos de dos años de cárcel. Éste aseguró que Torres y Urdangarin fueron los responsables de la facturación falsa y todo el engranaje para desviar el dinero público.
En este pacto estaban incluidas sus mujeres, Ana María Tejeiro y la infanta Cristina de Borbón. La hija de Juan Carlos I también defendió ante el tribunal que la Casa Real controló y supervisó todos sus movimientos, señalando como las personas de su confianza a su asesor designado por la Casa Real, Carlos García Revenga, el asesor de su padre, José Manuel Romero, conde de Fontao, y el asesor fiscal de la familia, Federico Rubio. Además, cargó contra Miguel Tejeiro, de quien dijo haber dejado de confiar después de ver lo que había hecho. Porque para ella, él es el culpable y su marido el inocente.