A Pablo Iglesias se le amontonan los problemas. Este martes el líder de Podemos vio cómo la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ponía en solfa su estrategia negociadora; cómo trascendía que el sector crítico del partido en Cataluña incrementaba su desafío a la dirección nacional y, con ello, aumentaba la sensación de crisis interna avivada el lunes con una dimisión en Madrid; y cómo sus dos socios de izquierdas en el Congreso, IU y Compromís, expresaban su malestar con el partido morado por diferentes motivos. Tres problemas que van dejando solo a Iglesias en sus planteamientos. Para colmo de males, las peleas intestinas están enfrentando a partidarios del líder del partido y de su número dos, Íñigo Errejón. 

El secretario general de Podemos anda enfrascado en una suerte de ofensiva mediática para defender sus tesis ante las nuevas negociaciones para la investidura. El pasado sábado estuvo en La Sexta Noche, este lunes pasó por El programa de Ana Rosa y este martes por Los desayunos de TVE. En todos los platós la teoría es la misma: Podemos propone un "gobierno a la valenciana" junto con PSOE, Compromís e IU, pero sin Ciudadanos. El veto de Podemos a sentarse con Ciudadanos y la alianza que parece indestructible entre Albert Rivera y Pedro Sánchez han imposibilitado que haya habido avances en las conversaciones. Así, la posibilidad de ese "gobierno de cambio" está bloqueada. 

Carmena va más allá

Este martes la regidora madrileña, Manuela Carmena, ponía en entredicho la estrategia negociadora de Podemos al argumentar que sería factible negociar con Ciudadanos, como ella hizo antes de ser elegida como alcaldesa. En concreto, pedía diferenciar entre la constitución de un Gobierno, donde puede haber una "dificultad objetiva" entre Podemos y Ciudadanos, y las "alianzas de investidura", que ofrecen una "posibilidad de converger" más "amplia" para recoger distintas posturas, informó Efe.

Aunque quiso ser prudente, apeló a la necesidad de "hablar con todo el mundo". Incluso, en valor la "colaboración conjunta" y la "cantidad de proposiciones" que Ahora Madrid y Ciudadanos han aprobado en el Pleno: "Los datos están ahí, no tengo las estadísticas pero desde luego han sido muchas y muy importantes". En suma, Carmena iba un paso más allá que la semana pasada, cuando deslizó que Podemos debería apoyar la investidura de Pedro Sánchez, aunque entonces matizó que se refería a la puesta en marcha de "un gobierno de izquierdas" que solo podría germinar gracias a una coalición entre PSOE y Podemos. 

Los líos internos

El segundo problema que, lejos de cerrarse, no para de crecer y crecer es el interno. Si el lunes la dimisión del secretario de organización del Consejo Autonómico de Podemos Madrid, Emilio Delgado, ya parecía avivar sobremanera los problemas intestinos del partido morado, este martes se hacía más patente la rebelión frente a Pablo Iglesias de un sector crítico en Cataluña.

A última hora de la tarde El País informaba que la corriente encabezada por los diputados del Parlament Albano Dante Fachín y Joan Giner está muy cerca de lograr una maniobra contra la dirección de partido. Se trata de forzar un congreso en Cataluña para renovar la dirección de la formación, que está controlada por una gestora desde que en octubre pasado dimitiera la secretaria general Gemma Ubasart. Esa dirección provisional, colocada por Pablo Iglesias y sus afines, prefiere, al igual que los dirigentes nacionales, aplazar la asamblea unos meses. Entre otras cosas porque ahora mismo se está celebrando un debate sobre el partido de confluencia que propugna Ada Colau. Esta corriente crítica defiende, según el citado rotativo, que la izquierda en Cataluña se organice como una formación autónoma que no dependa de la organización estatal. 

Este problema de consecuencias imprevisibles en Cataluña se suma a las disputas en el País Vasco, donde acaban de celebrarse unas primarias que mantienen una enconada división, así como a los problemas en Cantabria, Galicia y, por último, Madrid. No por casualidad, este martes el propio Íñigo Errejón reconocía que existen "diferencias" en el seno del partido. Eso sí, también recordaba, con cierta ironía, que "tenemos sólo dos años de existencia y nos han diagnosticado unas siete veces la ruptura". Palabras que, por ahora, no sirven para solventar los problemas internos de Podemos.

Entre todas las peleas internas que están aflorando estos días en Podemos, la más simbólica se está produciendo en Madrid. Allí, andan enfrentados partidarios de Iglesias, como Luis Alegre, y afines a Errejón, como el dimisionario Emilio Delgado, que se marchó atacando a Alegre. Tras la renuncia de Delgado del lunes a su cargo orgánico en la formación, algunos miembros del partido morado querían que devolviera su acta de diputado en la Asamblea de Madrid. Pero los más cercanos a Errejón defienden lo contrario. Desde Podemos niegan que haya una guerra abierta entre ambos sectores y consideran que la disputa está siendo utilizada para desestabilizar al partido. Pero, en todo caso, son días de mucho nerviosismo en las filas de la formación emergente.

 

IU y Compromís muestran su malestar

Por si lo anterior fuera poco, también este martes aparecían diferentes fricciones, por diversos motivos, entre Podemos y sus socios preferentes en la izquierda para conformar un Ejecutivo "de cambio y progreso": Compromís e Izquierda Unida/Unidad Popular. Por un lado, desde el partido de Alberto Garzón se contaba a los medios que estaban molestos porque el día anterior Podemos había convocado la 'mesa a cuatro' sin contar antes con ellos. Algo que, por otra parte, niegan desde el partido morado. 

Lo que ellas han presentado es el mismo tema. Han utilizado el titular de nuestra nota de prensa y nos han copiado

Además, fuentes de Compromís explicaban a Efe su "enfado" con Podemos por "apropiarse" de la iniciativa de Compromís de quitar del nombre del Congreso la fórmula "de los diputados". Los diputados valencianos que encabeza Joan Baldoví consideran que el partido de Pablo Iglesias no solo ha "copiado" su idea, sino que ha actuado de forma "desleal". Fuentes de Compromís subrayaban que en el texto que registró Podemos por la mañana en la Cámara no figuraba esa propuesta de cambio de nombre, a pesar de que su parlamentaria y actriz Rosana Pastor la ha defendido como si fuera suya.

"Lo que ellas han presentado es el mismo tema. Han utilizado el titular de nuestra nota de prensa y nos han copiado", decía a Efe una representante de Compromís. Estas críticas pronunciadas por el partido de Mónica Oltra no son baladíes. Y es que no puede obviarse que Podemos y Compromís concurrieron juntos a las elecciones del pasado 20 de diciembre. Después, sus diputados -cuatro de Compromís y cinco de Podemos- se separaron cuando la Mesa del Congreso no permitió que las confluencias del partido de los círculos tuvieran grupo propio en el Parlamento. 

¿Variarán estos problemas la estrategia de Pablo Iglesias? Es una incógnita, pero este miércoles ni PSOE ni IU acudirán a la 'mesa a cuatro' que convocaba Podemos este lunes. 

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