Se había resistido a reconocerlo abiertamente, pero el “no” a su investidura ha acabado por hacer que Pedro Sánchez lo asuma ante las cámaras. "No me he cerrado nunca a gobiernos en coalición. El PSOE, con 90 diputados, no tiene la fuerza suficiente para tener un gobierno monocolor porque así lo han querido los españoles. Por tanto, no me cierro a ninguna formulación", ha dicho el secretario general del PSOE en declaraciones a Mañanas Cuatro.
Lo que no ha aclarado Sánchez es si esa coalición sería con Podemos o con Ciudadanos, ya que con ambos parece ahora ciencia ficción. Hasta ahora, su posición era la de hablar de políticas y no de la composición del Gobierno, aunque en Ferraz se confiaba siempre en poder gobernar en solitario.
El líder del PSOE ha mantenido la firmeza de los últimos días contra Podemos, a quien ha pedido que acepte negociar en una mesa en la que esté Ciudadanos. Sánchez se ha mostrado convencido de que Pablo Iglesias "al final recapacitará" para evitar la repetición de las elecciones. Si su intención es volver a las urnas, debería dejarlo claro, según él.
El PSOE sigue manteniendo que Sánchez es el único candidato y que el pacto con Ciudadanos sigue vigente, por lo que lo lógico es negociar conjuntamente Albert Rivera, en cambio, interpreta que el acuerdo sigue vivo, pero el candidato puede ser otro distinto de Sánchez.
Mientras tanto, Podemos sigue insistiendo en la idea de una mesa a cuatro, con el PSOE, Compromís, IU y el partido morado. La condición del PSOE para asistir es que esté Ciudadanos. La condición de los demás partidos de izquierda al PSOE es precisamente que no esté la formación de Albert Rivera.
Por otra parte, Sánchez ha rechazado que se vaya a reunir con Rajoy, como quiere el líder del PP, con o sin ciudadanos. En todo caso, serán los equipos negociadores, ha dicho.
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