El ex presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, fue quien dio instrucciones al alcalde Guillermo Ortega para que las parcelas del caso Majadahonda, considerado el germen de la operación Gürtel, salieran a precio tasado en lugar de con una subasta pública. Según ha desvelado a EL ESPAÑOL el ex concejal José Luis Peña, fue González quien marcó la pauta de la polémica concesión en presencia tanto de Ortega como del propio edil.
"Fue la persona que nos transmitió cómo tenían que hacerse los pliegos de las parcelas", explica el ex concejal de Majadahonda. "En un mitin nos dijo: Oye, es que en la Comunidad estamos muy interesados en que las parcelas tengan un precio tasado. De hecho la Comunidad de Madrid sacó otras parcelas de la misma forma. Sacó Boadilla, Arganda y nosotros", recuerda Peñas, en referencia a la operación con la que los investigadores vinculan el ático marbellí de González. "En ese momento a tí te parece muy bien, pero 16 años después y con un ático de por medio, las cosas suenan distintas", reconoce Peñas. "Era un plan orquestado, aunque algunos no nos dimos cuenta", señala.
Parcelas a mitad de precio
El concejal -que grabó durante dos años y medio a Francisco Correa y acaba de publicar un libro contando su experiencia (Uno de los Suyos: Confesiones Del Delator Del Caso Gürtel, editado por Península)- recuerda que la legislación permitía aquella modalidad -"La oferta económica no debía ser decisiva"- pero recuerda que González fue también "quien firmó finalmente el pliego de condiciones".
El método de concesión de estas parcelas fue muy polémico porque, aunque legal, generaba una pérdida importante de patrimonio para los ayuntamientos afectados. Sobre el papel, las parcelas se vendían a precio tasado para intentar que el coste de las viviendas fuera menor para los compradores. Pero tras adquirir los terrenos, los constructores podían vender las casas a precio libre, lo que convirtió la operación en un chollo millonario. En Majadahonda, la operación se frenó. En Arganda, la Policía Nacional habla del mayor pelotazo de la Gürtel e investiga si González cobró fuertes comisiones al propiciarlo.
Guerra abierta en el PP
En el caso de Majadahonda, la parcela afectada -llamada RN1- pasó por varios procesos distintos hasta ser vendida por 48 millones de euros. El terreno pasó desde la presa municipal del suelo al Ayuntamiento, y luego de la oferta de Proinsa a la de Afa 4, otra de las constructoras el liza. El proceso supuso una ruptura en el PP de Majadahonda entre los partidarios del alcalde, Guillermo Ortega, y los concejales fieles a Narciso de Foxá, y el concurso quedó desierto, hasta que un año después fue la constructora Vallehermoso, del ex presidente del PP de Madrid Luis Eduardo Cortés, quien se hizo con la parcela por 101 millones de euros.
El proceso provocó que José Luis Peñas -entonces concejal de Urbanismo- y su compañero Juan Moreno -Hacienda- quedaran fuera del partido tras la dimisión de Guillermo Ortega, y unieran sus lazos con el empresario Francisco Correa. Fruto de esa unión y posterior ruptura arrancó el caso Gürtel, cuando Peñas comenzó a registrar las conversaciones con el empresario con una grabadora oculta. "El momento más dificil fue en 2007, cuando Paco viajaba a Panamá y Colombia y luego regresaba de esas zonas", recuerda el ex edil, que ha recogido sus experiencias en un libro, fraguado durante años "Tenía un borrador porque no quería olvidarme de muchas cosas", asiente. "El mío no es un libro sobre el sumario", matiza, "sino de mi historia, mis motivaciones personales sobre lo que pasó y cómo viví yo todo aquello. No todo es blanco o negro", explica.
Peñas recuerda los primeros compases de la operación: "Los primeros cuatro o cinco años fueron muy duros porque nos acusaban de tener un odio visceral al PP. Pero todo cambió cuando apareció el dinero de Bárcenas en Suiza. Entonces la gente entendió de verdad el calado que tenía todo esto". El ex concejal cambia la voz al escuchar la última pregunta "¿Las secuelas de denunciar la corrupción?, te hunde la vida. Estoy profesionalmente muerto, me han dicho que no en decenas de empresas y tengo la suerte de tener todavía mi plaza de funcionario. Con todo esto, he conseguido dormir bien por las noches, pero poco más".
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