Trenes de cercanías llenos de estudiantes mirando sus relojes porque llegan tarde a clase. Reprografías que no paran de imprimir apuntes. Cafeterías sirviendo desayunos sin cesar y clases parcialmente llenas. Esta es la fotografía que se dibujaba hoy en la Universidad Carlos III de Madrid, una de tantas que estaba hoy llamada a la huelga de estudiantes para paralizar la Lomce y el ‘decreto 3+2’. Ni rastro de la protesta.
Una estampa de total normalidad según reconocen los alumnos a EL ESPAÑOL y que contrasta con los datos de seguimiento presentados por el sindicato organizador que cifra el seguimiento de la huelga en un 80% de media en todo el territorio. “Ha sido un éxito masivo”, aseguran.
En los pasillos de la Universidad, los estudiantes, los pocos que se han enterado que hoy empezaba la huelga, reconocen que “no hay nada que hacer contra la Lomce”, ya que, en su opinión, “al no haber Gobierno, en septiembre nos la tendremos que tragar”. Hablan estudiantes de Comunicación Audiovisual que además justifican su no participación con la “obligación de ir a clase con los nuevos planes de estudio”: “Si faltas a clase magistral no te evalúan”.
Otros, un par de estudiantes de periodismo que graban un reportaje sobre el microcosmos universitario, ni se han enterado de la convocatoria. “¿Por qué no habéis secundado la huelga?”, pregunta este periódico. “¿Qué huelga, esa de los refugiados?”, responden.
A escasos kilómetros de la Carlos III, en el Instituto Pedro Duque de Leganés, la secretaria general del sindicato de Estudiantes, Ana García, hacía junto a un reducido número de estudiantes, no más de 50, la primera valoración: “Si alguien pensaba que la marea verde se había ido a casa, queda completamente claro que la comunidad educativa está en píe de guerra a tener por los datos que manejamos”.
García ha recordado las dos reclamas “urgentes” e “innegociables” con las el sindicato acude a la huelga: la “derogación, que no paralización” de la Lomce y el decreto ‘3+2’, que acorta el periodo de los grados universitarios y amplia el de los master. Además de la paralización de los recortes y poner solución a la masificación de las aulas.
Seguimiento "muy limitado", según Educación
Son peticiones que las hacen a contrarreloj. Su tiempo juega en contra ya que salvo que un nuevo Gobierno tumbe la actual ley y el decreto antes de septiembre, ésta se terminará de implantar en todos los niveles el próximo curso 2016-2017.
Por su parte, el Gobierno sostiene que el seguimiento de la huelga está siendo “muy limitado” y “sin apenas incidencia” tanto en institutos como en universidades. Así lo ha asegurado a Europa Press el secretario general de Universidades, Jorge Sáinz, que ha indicado que desde el Ministerio están en contacto desde primera hora de la mañana con comunidades autónomas, delegaciones del Gobierno y con universidades.
Situación dramática
En declaraciones a EL ESPAÑOL, la secretaria general del Sindicato de Estudiantes, Ana García, explica que las movilizaciones se realizan en este momento porque “no se puede esperar ningún momento más”. En su opinión, “hay una situación dramática derivada de los recortes” llevados a cabo por el Gobierno de Mariano Rajoy durante la pasada legislatura, que “debe solucionarse ya”. Esto es, “masificación de las aulas, alumnos sin recursos ni becas o plazas de profesores que no han sido cubiertas”.
“No nos vale que no haya Gobierno. No aguantamos ningún minuto más con grandes declaraciones pero sin medidas concretas. Exigimos la derogación de la Lomce de la primera hasta la última coma”, pide la responsable del sindicato que no convocaba una huelga de tal magnitud desde hace más de un año.
Pese a este llamamiento a una “gran huelga”, como dicen, lo cierto es que en esta ocasión, los estudiantes acuden solos a la convocatoria. Ni sindicatos de profesores ni asociaciones de padres y madres de alumnos se han sumando a la que será la segunda huelga a la que se enfrenta el ministro de Educación en funciones, Íñigo Méndez de Vigo, después de la convocada el pasado 3 de marzo por el Frente de Estudiantes y que fue completamente irrelevante.
Con quien sí contarán los estudiantes en esa ocasión es con Podemos, En Marea, En Comú, Izquierda Unida y la Plataforma Estatal por la Escuela Pública, quienes ya pidieron la semana pasada a las puertas del Congreso de los Diputados el respaldo a las protestas, que concluirán el jueves con manifestaciones en las principales capitales de provincia. En el caso de Madrid, la marcha comenzará a las 12:00 horas en la ronda de Atocha y acabará en la Puerta del Sol.
Sus cuatro “razones de peso” para convocar la huelga:
1. Más recortes programados. Según el sindicato estudiantil mayoritario en España, el Partido Popular ha planteado un recorte “comparable al que en 2012 provocó decenas de miles de despidos en la educación pública. Y advierten: “Si no les paramos los pies los ataques continuarán. ¡No lo podemos permitir”.
2. Contra la reválida “franquista”. Uno de los aspectos más polémicos de la Lomce es las revalidas que se deben realizar en 4º de ESO y 2º de bachillerato. Un punto que ha levantado a las Comunidades autónomas no lideradas por los populares contra el ministro Méndez de Vigo, quien ha anunciado que el próximo curso sí habrá reválida. “Después de cuatro años movilizándonos contra las revalidas franquistas no podemos permitir que impongan con acuerdos a escondidas la medida más perniciosa de toda la LOMCE”, explican.
3. El polémico decreto 3+2. En la ley impulsada por el ex titular de Educación, José Ignacio Wert, se acortan los años de la etapa universitaria pasando a tres cursos de grado y dos de máster. En opinión de los estudiantes, esta modificación supone “el aumento del coste de un título universitario a 20.000 euros o más”. En estos momentos, son diez las Universidades españolas que ya han anunciado que empezarán a aplicar el decreto a partir del próximo curso.
4. El pacto PSOE-Ciudadanos. Al sindicato tampoco les convencen los aspectos educativos recogidos en el pacto de Gobierno entre Pedro Sánchez y Albert Rivera. Además, critican la “escenografía” puesta en marcha en el Congreso de los Diputados para derogar la Lomce. Y es que todos los grupos parlamentarios, excepto el PP, aprobaron el inicio del trámite parlamentario para derogar la ley, pero que por el calendario político actual sería imposible de que llegue a buen puerto. “Intentan hacernos creer que con gestos simbólicos sobre la paralización de la LOMCE basta, pero no”, advierten.