Entre septiembre y diciembre de 1936, cerca de quinientas personas fueron asesinadas y lanzadas a una fosa en La Barranca, a cinco kilómetros de Logroño. Más de cuarenta años después, en 1979, este espacio quedó vallado y se convirtió en un cementerio civil que homenajea a quienes se les arrebató la vida en este lugar y también a sus familiares. Este jueves, 85º aniversario de la II República, este símbolo de La Rioja republicana ha amanecido profanado con pintadas nazis.
A las puertas de La Barranca, un monumento reza: "Este honor ya fue. Hoy no queremos ni odio ni venganza, pero sí dejar testimonio para que estas locuras no se repitan". Ochenta años después del estallido de la guerra civil, la violencia -esta vez en forma de pintadas- ha vuelto a invadir La Barranca.
Esvásticas y diversos símbolos neonazis han cubierto las tumbas de este cementerio civil. Los asaltantes también han atacado el monumento a las damas de negro, levantado en honor a las viudas de los allí asesinados.
Otro de los símbolos damnificados ha sido el mapa de los presos republicanos, que había sido trasladado a La Barranca hace algunos días.
Entre las pintadas, también puede apreciarse algún "AE" -"Arriba España". Los asaltantes, en tono amenazante, han dejado un mensaje: "Pasamos y pasaremos", en referencia al lema republicano que defendió el Madrid republicano en días de guerra: "No pasarán".
El asalto será denunciado
Jesús Vicente Aguirre, portavoz de la Asociación para la Preservación de la Memoria Histórica de La Rioja, ha asegurado que denunciará "este atentado contra el patrimonio y la memoria de las víctimas ", en una acción que ha calificado de "enaltecimiento del terrorismo".
La plataforma de La Barranca ha pedido a las instituciones que investiguen lo sucedido y han exigido el "cumplimiento íntegro" de la ley de la Memoria Histórica.