Cambiar para que nada (prácticamente) cambie. La Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) pretendía sustituir la actual Selectividad por una evaluación a final de bachillerato que aunara criterios y formas para todos los alumnos españoles, pero la presión educativa ha podido con el Ministerio de Educación, ya sin el rodillo popular, y ha acabado cediendo: seguirá habiendo 17 tipos distintos de exámenes para acceder a la Universidad.
A falta de que el ministro de Educación en funciones, Íñigo Méndez de Vigo, concrete a los consejeros autonómicos el borrador del real decreto en el que se desarrollen las características de la ‘nueva’ prueba. Estas son las claves del examen que a partir del próximo curso deberán aprobar los 400.00 alumnos de 2º de bachillerato.
1. Tendrá carácter de reválida
La Lomce contempla la celebración de cuatro reválidas a lo largo de Primaria, Secundaria y Bachillerato. Mientras que las dos primeras son de “diagnóstico”, la de 2º de Bachillerato, junto a la de 4º de ESO, tiene carácter de reválida. Es decir, será necesario aprobarlo para poder obtener el título. No bastará con la media de bachillerato.
La nota final del alumno de carta de presentación para acceder a un título universitario se calculará a partir de la media de los dos cursos de Bachillerato, que contará un 60%, y el examen final que será hasta el 40%.
2. Habrá 17 exámenes distintos
Cuando el Partido Popular gozaba de mayoría absoluta en la pasada legislatura aprobó la séptima ley educativa de la democracia gracias a su rodillo en el Congreso sin contar con las voces críticas a la reforma. Fue entonces cuando planteó que aunar fechas, criterios y tipos de exámenes para todos los alumnos, independientemente de la comunidad autónoma en la que cursasen sus estudios.
Ahora, Méndez de Vigo cede y rectifica el criterio de su antecesor José Ignacio Wert, ya que ha acordado que, si bien es el Ministerio quien determine el marco general de la prueb, serán las regiones las encargadas de realizar las evaluaciones, siendo responsables de su elaboración, fijación de los tribunales, las fechas, los lugares y las reclamaciones. Esto es, 17 posibles fechas distintas y 17 exámenes de cada materia. En definitiva, igual que ahora.
3. No será tipo test
Educación estuvo diseñando durante meses las características de las cuatro reválidas de la Lomce. En concreto, la prueba final de bachillerato, que llegó a estar plasmada en un borrador, estaría formada por 350 preguntas tipo test con cuatro respuestas a elegir.
Según aquel borrador, hoy ya hecho trizas, estaban divididas en tres bloques. El primero de ello, que versaría sobre las materias troncales constaría de 200 preguntas y el resto, estarían destinadas a evaluar las materias optativas (100 preguntas) y las específicas (50) elegidas por el alumno.
Pues bien, después de la reunión que ha mantenido el titular de Educación con el presidente de Crue Universidades Españolas, Segundo Píriz, se esfuma este modelo. Seguirá el modelo actual de PAU en el que habrá preguntas con respuestas que deben desarrollarse, comentarios de texto o problemas matemáticos.
4. Mismas asignaturas, misma nota
Los alumnos que se examinen el próximo curso, si la Lomce no es derogada o paralizada previamente como ya prometió la oposición al PP, lo harán de sus asignaturas troncales propias del Bachillerato que están cursando. Por ejemplo, un estudiante de Ciencias tendrá que poner a prueba sus conocimientos sobre Historia de España, Lengua Castellana y Literatura, Matemáticas y Lengua Extranjera.
Además, los alumnos serán evaluados de dos opcionales y una específica, a elección, como ahora, del propio estudiante. En la fase opcional cuenta con un máximo de cuatro exámenes y sólo las dos mejores notas contarán para la nota final.
En cuanto a la nota, tampoco nada cambia. Seguirá puntuando sobre 10 y aquellos alumnos que lo deseen y se presenten al examen de más asignaturas podrán llegar a alcanzar el 14.
5. No habrá exámenes en cada Universidad
Además de esta reválida, la Lomce contempla la posibilidad de que los Campus universitarios organicen pruebas de acceso propias que sirvan para seleccionar a los alumnos que ocupen sus plazas. También descartado. Al menos, de momento.
En la reunión entre Píriz y Méndez de Vigo, se ha llegado al acuerdo, probablemente no escrito, que la reválida será la sustituta de la Selectividad y ya. No además, obligar a los alumnos a ir de Universidad en Universidad por todo el territorio español para hacer las pruebas específicas.
“Probablemente las universidades no tengan que hacer otras pruebas para acceder a la Universidad”, ha sentenciado el responsable de Educación. No obstante, ha recordado que la ley vigente permite a las universidades realizar sus propias pruebas de acceso, algo que el decreto que prepara no lo puede impedir.
En este aspecto, el presidente de la CRUE ha dicho que la celebración de exámenes propios “posibilitaría una cierta segregación” del alumnado en función de sus posibilidades económicas porque “No todos podrían hacer varias pruebas” en los distintos campus.