Rajoy frena en seco a sus cachorros: "Las primarias serán para el futuro"
El líder del PP se declara partidario "de los estatutos del PP", que lo blindan ante cualquier posible rival.
29 abril, 2016 02:24Noticias relacionadas
El líder del PP no quiere motines internos antes del 26J. Tras escuchar a Javier Maroto decir que le gustaría que en su partido se celebrasen primarias como en los demás grupos para elegir al candidato a la presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy zanjó rápidamente la polémica. Tras el último pleno de esta legislatura, el presidente del Gobierno en funciones se declaró partidario “de los estatutos del PP” y dejó claro que “las primarias serán para el futuro”.
Los estatutos a los que se refiere el líder del PP no dejan ninguna duda: el presidente del partido es el candidato a la presidencia del Gobierno, así que lo blindan ante cualquier posible rival. Tras la tajante afirmación de Rajoy, la red Floridablanca envió un comunicado replicando sus palabras: “Los estatutos se están incumpliendo por la actual directiva. El Congreso ordinario debería haberse celebrado hace quince meses”.
Maroto se sumó a la petición de otros dirigentes como Cristina Cifuentes, que en una entrevista con EL ESPAÑOL reconoció que ella apuesta por métodos más abiertos para elegir a los representantes del PP. Sobre la necesidad de aprobar primarias en el PP, el vicesecretario confesó que “depende de lo que establezcan los estatutos, pero creo que la decisión en firme es ir avanzando en procesos de participación”.
Rajoy no quiere abrir ese melón, mucho menos ahora, cuando las Cortes se han disuelto y toca volver a elaborar las listas de cara a preparar la campaña para el 26J. Para Maroto, mejorar los elementos de participación en todos los partidos, incluido el PP, “no es una opción, es una obligación”. Una obligación solo para los jóvenes como él y otros. Así como Floridablanca exige un congreso urgente para elegir a los líderes, los jóvenes que conforman el Foro de Pensamiento y Desarrollo han ido más allá y han presentado una demanda en los juzgados contra la cúpula de su partido para exigir ese congreso extraordinario y renovar la cúpula.
Dos maneras de ver una realidad
En una entrevista radiofónica, Maroto confesó que le gustaría que “hubiese un proceso de selección del presidente del partido o de la presidenta del partido, de los candidatos, de las candidatas, de los contenidos...”. Una teoría que choca frontalmente con la opinión de su líder, el candidato natural a ser el candidato del PP para el 26 de junio porque así lo indican los estatutos del partido. Como contó Isabel Benjumea, la presidenta de Floridablanca, cuando se lanzó a recoger firmas de simpatizantes y militantes del PP para exigir ese congreso, “los militantes no tenemos ningún cauce legal para exigir a la cúpula que celebre un congreso urgentemente”.
Maroto respalda la figura de su líder y asegura que en el seno del partido no existe un debate sobre la viabilidad de su candidatura a las próximas elecciones. Sin embargo, aseguró que “Rajoy repetirá tantas veces como decidan las bases”. Una afirmación errónea, ya que el candidato se elige en Congreso que todavía no está convocado.
El Partido Popular es el único partido que no celebra primarias para elegir a su líder. De hecho, si quisieran introducir este vehículo con el que sí cuentan PSOE, Ciudadanos y Podemos, tendrían que modificar los estatutos internos en un congreso nacional, un asunto aplazado hasta que se aclare la situación de ingobernabilidad que atraviesa España.
Un militante, un voto
En Floridablanca creen que la convocatoria de un congreso abierto bajo la fórmula un militante un voto permitiría recuperar la vocación de mayoría amplía perdida a la vez que serviría de revulsivo para la actual contienda electoral. “Ante la inminente convocatoria de nuevas elecciones el PP, tiene ante sí el reto de ofrecer una alternativa creíble a los españoles y no forzar al electorado a elegir el mismo proyecto y el mismo equipo que han obtenido un retroceso electoral de casi tres décadas”. Pese a las voces internas que cada vez suenan más alto, Rajoy lo tiene claro: nada cambiará, al menos, hasta después del 26 de junio.