La unidad de antidisturbios de la Guardia Urbana de Barcelona tiene los días contados. La CUP ha forzado al equipo de Ada Colau a suprimir esa unidad policial y a ampliar en 5 millones más el gasto social a cambio de su apoyo para ampliar las cuentas de la ciudad, que supondrán un aumento del gasto de unos 280 millones de euros.
El teniente de alcalde de la ciudad, Gerardo Pisarello, ha asegurado la decisión no es una imposición de los anticapitalistas sino que estaba en los planes del Ayuntamiento. La medida, sin embargo, ha sido tomada después de una semana de reuniones con el equipo municipal de la CUP, que la semana pasada dio un portazo a Colau y se negó a aprobar la ampliación presupuestaria.
El equipo de Barcelona en Comú (BComú) tramitará esta decisión como medida de Gobierno en el plan director de la Guardia Urbana. De esta manera, evitará que se vote en el pleno, donde Colau ostenta sólo 11 de los 41 ediles y se encontraría con la oposición de varias formaciones.
"Las funciones de antidisturbios no son propias de la Guardia Urbana", ha sostenido Pisarello en declaraciones a los periodistas. El teniente de alcalde ha defendido que el modelo de su Gobierno es una Guardia Urbana que lleve a cabo “políticas de proximidad” en un modelo “más descentralizado y transparente”. Los partidos de la oposición, no obstante, consideran que BComú se ha puesto en manos de las exigencias de los tres ediles anticapitalistas para salvar la modificación de cuentas.
Contra la "feminización de la pobreza"
A pesar de la decisión tomada este miércoles, en BComú no dan por hecho que obtendrán el apoyo de la CUP. La semana pasada parecía que estaba todo listo para que se votaran las nuevas cuentas pero las bases del partido anticapitalista decidieron no apoyar a Colau. La exigencia de la CUP entonces fue que se eliminaran los 167 millones de euros de la partida de Seguridad y Orden. Este miércoles por la tarde las bases del partido en Barcelona -conocidas dentro de la CUP por ser uno de los sectores más beligerantes de la formación- acabarán de decidir si conceden su apoyo a las nuevas cuentas de BComú.
Más allá de la decisión que afecta a los antidisturbios, el equipo de Colau ha incorporado varias partidas que suman un gasto adicional de 5,2 millones a los más de 275 que planteó el Ayuntamiento. Entre esas partidas adicionales se encuentran medidas para combatir la “feminización de la pobreza” o un aumento de las ayudas al alquiler. Tanto el PSC como ERC, los dos partidos que ya habían pactado su apoyo a las cuentas, han anunciado que votarán a favor de la ampliación presupuestaria.
Colau se vio obligada a suspender a última hora del pasado martes el pleno en el que se iba a aprobar la modificación presupuestaria. Después de conseguir los apoyos y convocar un pleno extraordinario para su aprobación, los anticapitalistas se hicieron atrás en el último momento. Con la convocación del pleno de mañana, todo indica que Colau tiene garantizado el apoyo de la CUP.