El Ayuntamiento de Madrid instalará carpas en los grandes botellones de la ciudad, donde se informará a los jóvenes de los riesgos del alcohol y se les instará a un consumo responsable.
En 1865, el pastor metodista William Booth fundó el Ejército de Salvación. Este grupo de protestantes, por aquel entonces minúsculo y ahora instalado en casi doscientos países, recorría las calles a bombo y platillo para acercar el evangelio a quienes lo desconocían. Alcohólicos lejos de la bebida, drogadictos lejos de la droga, ladrones lejos del hurto... Esos eran sus principales objetivos. Ahora, y sin crucifijos de por medio, Manuela Carmena tendrá su propio regimiento contra el botellón, una actividad prohibida en Madrid desde 2002.
El Consistorio montará estas carpas en los puntos negros de la capital. Muchos de los jóvenes que beban en la calle tendrán a su alcance una conversación, un juego interactivo, alguien que les aconseje un consumo responsable... Asociación Bienestar y Desarrollo (ABD) se sumará a estas intervenciones, antes realizadas por Cruz Roja. El Consistorio colaborará financiera y coordinadamente.
Menores sin multas
Además, quienes sean menores podrán librarse de las multas a cambio de participar en programas preventivos. "Botellón: más prevención y menos sanciones", con este titular ha lanzado su campaña Ahora Madrid.
Estas medidas, ha explicado el concejal de Seguridad, Javier Barbero, son fruto del "escaso efecto disuasorio" de las multas. Casi 80.000 entre 2012 y 2015. "Queremos variar la percepción del riesgo, muy baja entre este sector de la población, y modificar también los patrones de consumo, sobre todo en edades tempranas".
¿Llamarán a la Policía?
Las carpas respaldadas por el Ayuntamiento se implantarán en pleno botellón, prohibido por ley y motivo de multa. ¿Supone esto una dejación de responsabilidades? ¿Avisarán a la Policía? "Está prohibido hacer botellón, pero es algo que persiste. Cuando se concentran muchas personas, la intervención policial suele ser contraproducente. Nuestra posición, en las carpas, será terapéutica. Es muy importante dejar claro esto porque si no ahuyentaremos a los jóvenes. Es como si colocas a la Policía a las puertas de un centro de desintoxicación", ha respondido Barbero.
¿Y si el ruido es insoportable, la suciedad inconcebible y los vecinos se quejan? "Si la situación se desmadra, llamaremos a la Policía. No vamos a dejar de asumir nuestra responsabilidad. Pero creemos que los recursos terapéuticos son más eficaces", añadía el responsable de Seguridad del Ayuntamiento.
"Tenemos que estar donde están las personas"
Las asociaciones que conversarán con los jóvenes en las carpas de los botellones son conscientes de la sanción que conlleva beber en la calle, pero explican: "Tenemos que estar ahí. Es el único modo real de incidir", contaba un portavoz a este periódico.
¿Pero se podría estar amparando un delito? "En esas charlas no sólo se les advierte a los chavales del peligro de un consumo irresponsable, sino también de la multa que les puede poner la Policía en caso de que intervenga", relataba este miembro de una de las asociaciones participantes en el proyecto.
Desde este momento, la atención para todo aquel que quiera asesoramiento en relación al alcohol será permanente en dos números de teléfono: 647-56-67-43 y 900-100-570.
Algunos datos
El 22% de jóvenes entre 14 y 18 años ha bebido más de cinco copas en una noche durante los últimos treinta días. Más de la mitad de los adolescentes en este rango ha practicado botellón alguna vez. "En las grandes concentraciones, la bebida es más barata y se percibe menos su riesgo. Queremos estar ahí para charlar con ellos y remover las conciencias", ha explicado un portavoz de la Asociación Bienestar y Desarrollo.