"Granados se llevaba dinero contante y sonante, también de consejero", dice Marjaliza

El ex alcalde de Valdemoro y el consejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid, Francisco Granados, participó con un 20% en una empresa constituida por los constructores David Marjaliza y Ramiro Cid, que fue beneficiada por el propio Granados con recalificaciones de suelo. Según consta en las confesiones de Marjaliza del sumario de Púnica, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, Granados participaba en esa sociedad a través de la mujer de su jefe de gabinete en la alcaldía, Ignacio Palacios, y era éste el que recogía "en dinero contante y sonante" las comisiones puntuales por cada promoción.

Marjaliza fue detenido el octubre de 2014 junto a Granados en la operación Púnica. Tras varios meses en prisión, el empresario decidió colaborar con la Justicia y poder salir de la cárcel. A cambio, narró al instructor cómo recibía contratos amañados a cambio de pagar comisiones.

En una extensa declaración prestada bajo secreto en junio de 2015, cuando David Marjaliza decidió confesar los hechos relacionados con la trama de corrupción Púnica y colaborar con la Justicia, el empresario manifestó desmintió que, como se ha dicho, fuera amigo de Francisco Granados desde la infancia. Le conoció en la época de Alianza Popular, pero discutieron y no tuvieron mucho contacto hasta que Granados ascendió a la alcaldía de Valdemoro (Madrid) en 1999, cuando rehicieron sus relaciones.

Una vez ya en la alcaldía, "Paco nos juntó a Ramiro Cid Sicluna [otro constructor de la zona] y a mi para que hiciéramos las cosas juntos. Creamos una sociedad, Servicios Patrimoniales de Obras y Vías, con Ramiro, yo y la mujer de Ignacio Palacios, que era el jefe de gabinete de Granados y era el porcentaje de éste, el 20%. Granados nos dijo que nos iba a ayudar".

"Comprábamos suelo con el dinero que poníamos Ramiro y yo. Era suelo rústico que se recalificaba", señaló Marjaliza, que indicó que luego se repartían las parcelas, las vendían o hacían promociones y se repartían las ganancias.

"¿Era Granados el que señalaba por dónde se movía el lápiz a la hora de la planificación urbanística?", le preguntó el instructor. "Sí", contestó el empresario, que añadió que Cid y él les decían a los propietarios del suelo rústico que "si lo compramos nosotros el lápiz entra por aquí. Y si no, no entra".

Según Marjaliza, antes de entrar en esa negociación con los dueños del suelo se reunían con Granados para llegar a un acuerdo sobre la zona que iban a promocionar.

En una extensa declaración prestada bajo secreto en junio de 2015, cuando David Marjaliza decidió confesar los hechos relacionados con la trama de corrupción Púnica y colaborar con la Justicia, el empresario manifestó desmintió que, como se ha dicho, fuera amigo de Francisco Granados desde la infancia. Le conoció en la época de Alianza Popular, pero discutieron y no tuvieron mucho contacto hasta que Granados ascendió a la alcaldía de Valdemoro (Madrid) en 1999, cuando rehicieron sus relaciones.
Una vez ya en la alcaldía, "Paco nos juntó a Ramiro Cid Sicluna [otro constructor de la zona] y a mi para que hiciéramos las cosas juntos. Creamos una sociedad, Servicios Patrimoniales de Obras y Vías, con Ramiro, yo y la mujer de Ignacio Palacios, que era el jefe de gabinete de Granados y era el porcentaje de éste, el 20%. Granados nos dijo que nos iba a ayudar".

"Comprábamos suelo con el dinero que poníamos Ramiro y yo. Era suelo rústico que se recalificaba", señaló Marjaliza, que indicó que luego se repartían las parcelas, las vendían o hacían promociones y se repartían las ganancias.

-Juez: ¿Cómo se pagaban?

- Marjaliza: En dinero.

Juez: ¿En mano? ¿Contante y sonante?

-Marjaliza: Claro

-Juez: ¿Y se lo llevaba el señor Granados?

-Marjaliza: Claro

-Juez: ¿En bolsas? ¿Cómo se lo pagaban?

Marjaliza: Pactabas un dinero, 50.000 euros, 100.000 euros. Llegaba, se lo pagabas... Yo casi siempre se lo daba a Ignacio (Palacios).

 - Juez: ¿En sobres?

 -Marjaliza: Sí

A preguntas de la fiscal María Teresa Gálvez, el empresaro aseguró que Granados siguió cobrando en su época de consejero del Gobierno regional de Esperanza Aguirre.