Una de las condiciones impuestas por la Fiscalía Anticorrupción a Jaume Matas para cerrar un acuerdo de conformidad con el que rebajar sus penas en el caso Nóos era la reparación del daño ocasionado a las arcas públicas por los contratos públicos suscritos con Iñaki Urdangarin. Para ello, el ex presidente balear puso hace ya cinco meses a disposición de la Justicia la joya de su patrimonio, su palacete de la calle San Felio de Palma, que acaba de vender por un precio que ha rondado los 2,5 millones de euros y cuyo interior ha sido siempre un misterio sobre el que han circulado todo tipo de especulaciones.
Matas encargó la venta a una de las inmobiliarias más exclusivas de Baleares, que confeccionó un catálogo de la vivienda al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL. El ex líder de los populares de las Islas se convenció de que su público objetivo sería el extranjero y anunció el inmueble “de origen medieval”, ubicado en “una de las mejores zonas del Casco Antiguo de Palma” describiendo sus principales características, que fueron sufragadas, según sostiene la investigación de la Fiscalía Anticorrupción y el juez José Castro, con dinero en metálico que provendría del cobro de comisiones ilegales.
“Es una planta noble y cuenta con dos accesos”, explicaba el anuncio de la inmobiliaria, ilustrando el inmueble con una primera fotografía del patio interior del conocido popularmente como el palacete de Matas. En esta imagen aparece el primero de ellos, al que se accede “por la escalera, de uso exclusivo de esta vivienda y que parte desde el patio central”. El segundo de los accesos parte “desde el ascensor”.
Gran salón con chimenea y techos de seis metros
“La vivienda, cuidadosamente reformada, posee una superficie aproximada de 475 metros cuadrados”, proseguía el anuncio, que iba acompañado de una gran fotografía de su salón. “Además, cuenta con un balcón de ocho metros cuadrados y una terraza-porche de aproximadamente 24 metros cuadrados con acceso directo desde el amplio comedor con chimenea y con vistas a un maravilloso jardín”, añadía.
La inmobiliaria agregaba, además, que el inmueble “ofrece varias salas en la zona noble con techos de hasta seis metros de altura”. Se trata de “cuatro dormitorios con baños en suite y un aseo de cortesía, el dormitorio principal con vestidor y un estudio-despacho”. Algunas de estas estancias también aparecen fotografiadas en el catálogo. “El pavimento general de la vivienda está constituido por tarima de norte viejo de primera calidad y los revestimientos de todos los baños y cocina se han realizado con piedra abujardada de Binissalem”. “Junto a la biblioteca se encuentra un altillo habitación al cual se accede mediante una escalera de caracol junto con un baño completo, el cual es ideal como dormitorio para invitados”.
La relación de fotografías la completa “la cocina”, que “está totalmente amueblada y equipada con electrodomésticos de alta gama”. “Además, a esta oferta se suman instalaciones domóticas, sistema de sonido Bang & Olufsen, calefacción central por gas ciudad, aire acondicionado y bomba de calor individualizada en todas las dependencias”. Por último, señalaba el anuncio que el inmueble incluye “las antiguas caballerizas de 60 metros cuadrados, que ahora se utilizan como garaje”.
Tal y como se ha comunicado al juzgado, el palacete ha sido vendido a un ciudadano francés, consignándose en la Audiencia de Palma para reparar los daños de los contratos con Urdangarin un total de 865.252 euros, cantidad resultante de la venta tras restar las cargas hipotecarias.
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