"Cobrad siempre al principio" o "No recibáis en zapatillas" son dos de los mandamientos que, a modo de protocolo, debían cumplir las mujeres que Ignacio Allende, alias 'Torbe', utilizaba para ejercer la prostitución. El director de cine porno, en prisión de manera incondicional, cobraba el 75% de los beneficios de varias casas de citas, en las que se produjo explotación sexual a varias de las chicas. La organización de Torbe tenía unas normas para esas mujeres, ahora reflejadas en el sumario judicial.
Torbe está preso por diversos delitos como el de explotación sexual, trata de seres humanos o blanqueo de capitales. Una de las líneas de investigación de la Policía es que el director y productor también forzaba a chicas para ejercer la prostitución en varios pisos en Madrid. El centro neurálgico de la organización estaba situado en la madrileña calle de Irún. Allí grababa orgías, 'bukakes', vídeos y tenía a chicas. También era la sede de alguna de sus sociedades, como la denominada Infraestructura para ocio, cultura y espectáculos SL, en la cual tiene como socia a Elena Molina.
Esta mujer, considerada por los investigadores socia de Torbe, ya fue detenida el año pasado por delitos relacionados con la prostitución. Ya entonces se descubrió cómo la organización tenían redactados los mandamientos de comportamiento para las chicas que tenían ejerciendo la prostitución. Eras las normas de buena conducta que debían llevar a rajatabla las mujeres con los clientes.
Según consta en un atestado al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, la Policía encontró en el registro de uno de los pisos una libreta “tamaño folio de la marca Masterclass con diversas anotaciones manuscritas, entre las que se encuentran numerosos nombres de mujer y números de teléfono”. Además, venían descripciones como “Ana, 18 años, rubia, ojos miel, 1.75, 68 Kg./72 Kg. Media hora 30, hora 50, no anal”.
En esa misma libreta, aparece anotado con bolígrafo de color rojo “lo que parecen ser las normas que deben seguir las mujeres que ejercen la prostitución”. Aquí la transcripción textual:
1.- Lo primero al despertarse es arreglarse y prepararse para trabajar (maquillaje).
2.- Después de cada servicio se arregla la habitación.
3.- Acto seguido se dejará preparada.
4.- No se recibe a los clientes en zapatillas ni en pijama, a no ser que estéis acostadas.
5.- Para una buena convivencia es aconsejable moderar el consumo de alcohol.
6.- Antes de acostarse quedarán las camas limpias.
7.- Nada más levantarse cada persona limpiará su habitación y perfumará.
8.- Cuando se atiende a un cliente la higiene es importante.
9.- Recordar lavaros con el cliente, primero se ducha él y mientras vosotras en el WC que os vea asearos.
10.- Los zapatos y la ropa del cliente nunca estarán en los armarios.
11.- Nos encanta escuchar música ¿pero?
12.- Cada persona debe de estar pendiente de la batería de su teléfono.
13.- Si un cliente acuerda una cita cuando llegue la hora y faltan diez minutos llamadle y acordáis con él.
14.- Nunca se habla con un cliente fuera de las habitaciones.
15.- Nunca se habla con un cliente en la puerta, lo despedís en la habitación.
16.- Cobrad siempre al principio.
En ese mismo registro, realizado en Burgos, se localizó una libreta tamaño cuartilla en la que figura anotada una especie de contabilidad, con las ganancias por días y servicios realizados, reseñándose a modo de ejemplo:
- Sábado 17-05-2014: 50 euros 1 hora; 50 euros 1 hora; 30 euros media hora; 30 euros 1/2 hora.
- Domingo 18-05-2014: 20 euros mamada; 50 euros 1 hora; 20 euros mamada; 50 euros 1 hora.
Torbe recibía el 75% de los ingresos
De la investigación de la Brigada Central Contra Trata de Seres Humanos de la Policía se desprende que Molina tenía negocios con Torbe, y estos tenían su sede social en la calle Irún número 23, considerada por los agentes como la guarida de Torbe. Según consta en un informe policial entregado al Juzgado de Instrucción número 29 de Madrid tras la 'Operación Universal' -que acabó con la detención del director de cine porno-, en ese piso se encontró numerosa documentación contable, diaria y mensual, referida a los pisos de prostitución Oasis Madrid y Vértigo.
Del análisis de esa documentación, la Policía concluye que Torbe obtendría un 75% de los beneficios obtenidos con el ejercicio de la prostitución en dichos pisos de citas. En estos domicilios, además de ejercer la prostitución, se realizaban grabaciones de escenas pornográficas y de webcam.
Bukakes en su guarida
En el piso de la calle Irún, Torbe dirigía y protagonizaba grabaciones pornográficas. Pero además, organizaba los 'bukakes' financiados por un empresario ucraniano. Se trataba de escenas con un centenar de hombres que debían eyacular sobre varias mujeres. A éstas se le obligaba a tragar el esperma de todos ellos, e incluso se les ordenaba que algunos de los hombres eyacularan en sus ojos mientras ellas los mantenían abiertos. Se trata de escenas muy duras, casi nunca aguantables para las mujeres, que acababan llorando y vomitando, según se desprende de las declaración de algunas de ellas o incluso de las intervenciones telefónicas realizadas por la Policía a algunos de los trabajadores de Torbe.
Durante los seguimientos policiales a Torbe antes de se detenido, los agentes siguieron hasta la calle Irún a una potencial víctima, de la cual sabían por la observación telefónica que iba a participar en la grabación del “bukake” que tendría lugar en ese mismo piso. La chica venía de Ucrania y después de la grabación sería de nuevo trasladada al aeropuerto de Barajas para volver a su país.
De la investigación, la Policía ha podido corroborar el 'modus operandi' utilizado por Torbe para captar a mujeres, que en su gran mayoría son muy jóvenes (siempre buscan chicas de alrededor de 18 años), y “con situaciones económicas y familiares-sociales penosas”. Tal y como consta en un informe policial, el director de cine en un primer momento se muestra totalmente “manso” y amable con ellas, ofreciéndoles grandes cantidades de dinero, alojamiento y manutención para que accedan a desplazarse y tener una entrevista al menos con él.
“Será en ese momento a la luz de las declaraciones de las testigos protegidos, y de los indicios periféricos obtenidos (tales como conversaciones en las que chicas que han trabajado para Torbe le manifiestan que las hace sentir como unas putas) cuando Torbe comience a 'apretar' (tal y como en algunos momentos manifiestan los investigados telefónicamente) a las mujeres para que hagan aquello que son reticentes a realizar”, señala el documento.