El pasado 22 de marzo, 32 personas murieron asesinadas en Bruselas. Los yihadistas utilizaron tres vehículos el día del atentado, un taxi entre ellos. Al ver sus caras en las noticias, el conductor llamó a la Policía y les mostró el camino. A partir de ahí, pistas, explosivos incautados, sospechas y detenciones.
También este año, en Madrid, la información de varios taxistas sirvió para desbaratar una banda del este especializada en varios delitos.
Casi 16.000 taxis recorren la capital a diario. Cientos de miles de clientes. Y los terroristas a veces viajan en los coches blancos de franja roja. Las fuerzas de Seguridad se valieron de la información recabada desde el asiento del conductor para desarticular células de ETA.
Ahora, el riesgo es otro: el yihadismo. La Policía lo sabe y en un nuevo paso adelante en la colaboración con la Asociación Gremial de Autotaxi trabaja en la elaboración de un manual para la detección de terroristas.
La aplicación 'secreta'
Los taxis madrileños ya cuentan con una aplicación oculta a los ojos del cliente que permite avisar a la Policía. No sólo de posibles agresiones, sino también de la detección de sospechosos.
"Pulsando un botón y sin detener el vehículo, un taxista puede ponerse en contacto con los agentes de Seguridad", arranca el presidente de la Asociación Gremial de Autotaxi, Miguel Ángel Leal, que se reunió con la Policía el pasado jueves para trabajar en la elaboración del documento.
Los taxistas, relata Leal, pasan muchas horas al volante, recogen a miles de clientes y desarrollan un sentido de la intuición afilado, que "por supuesto puede fallar". Pero estudiadas distintas pautas, en base al histórico estadístico de rasgos habituales entre los terroristas, podrían evitarse atentados. "Aunque se den varias falsas alarmas, cualquier precio es asumible si se consigue salvar una vida".
Del olor a la vestimenta
Para gustos los colores, se suele decir. Hay quien asocia el olor del explosivo al betún. Otros, a las almendras. Miguel Ángel Leal desvela que el aroma es otra de las pautas que probablemente se incluya en el manual. También la vestimenta podría hallarse entre las razones a escudriñar por los taxistas.
El equipaje, "¿le ayudo?"
Al taxista de Bruselas le sorprendió que los terroristas le impidieran acercarse al equipaje -donde iban los explosivos-. No le dejaron subir las bolsas al maletero. "Eso puede ser indicativo", explica Leal.
Además, acostumbrados a transportar y palpar miles de equipajes, los taxistas podrían percibir un peso o relieve poco habitual. Si un pasajero cumple otros de los rasgos sospechosos y no deja al conductor mover las maletas, podría llevar al taxista a ponerse en contacto con la Policía.
El trayecto de las 'grandes multitudes'
El terrorismo yihadista ha obligado a la Policía a renovarse. España estaba acostumbrada al terrorismo de ETA. Los objetivos eran otros. "Atentaban contra comisarías y comandancias o personas concretas. Ahora, buscan sitios masificados", narra Leal.
Dando por hecho que ninguna de las pautas recogidas por el manual podría llevar a dar la alarma por sí sola, el trayecto, unida a otras, constituye una pista. Leal se refiere a grandes conciertos, aeropuertos, estaciones o plazas frecuentadas.
La procedencia
En este punto, Leal no lleva a engaño. "La procedencia árabe es la más común entre los terroristas, así lo marcan los asesinatos precedentes". Dicho esto, el presidente de la Asociación Gremial Autotaxi saca a colación el peligro de los lobos solitarios, entre los que empiezan a darse casos de personas de origen europeo.
"Suelen venir de allí, pero ¿quién te dice que uno de Albacete no pueda bajarse del coche y empezar a pegar tiros?", apunta.
Nervios, rezos y el rostro oculto
La psicología del taxista es la de la intuición. Por el retrovisor, miran al viajero. Y la experiencia les permite detectar el nerviosismo o la inaccesibilidad del cliente. "Es difícil resumir qué factores pueden llevar a la sospecha, pero trazaré algunos perfiles. Una persona que se encierra demasiado en sí misma, un tipo en un estado de nervios extremo, aquellos demasiado reticentes a la conversación, ese que evita mostrar el rostro y se esconde en la medida de lo posible...", explica Leal.
Estos perfiles, insiste el presidente de la asociación gremial, no son indicativos de nada en sí mismos, pero sí combinados con otros. "No es nada fácil acertar, el que reza puede haber tenido un problema familiar y el inaccesible puede ser alguien simplemente introvertido, pero si sumas varios factores...".
La guía está a punto de llegar. Según ha podido saber este periódico, la Asociación Gremial Autotaxi lo recibirá en los próximos días. La Policía confía en seguir obteniendo información desde el asiento del conductor.