Al menos 292 personas murieron en el atentado suicida con coche bomba perpetrado el domingo 3 de julio en una zona comercial del centro de Bagdad, según el último balance entregado por el gobierno.
Un suicida detonó el vehículo que conducía en medio de una multitud congregada frente a la famosa y antigua heladería Yabar Abu al Sharbat en el barrio de Al Karrada de mayoría chií. El Estado Islámico ha reivindicado tanto este ataque como otra explosión en la zona norte de la ciudad.
Esta heladería es la más popular y antigua de la capital iraquí y estaba muy concurrida de madrugada debido a que durante el Ramadán, y más en verano, es habitual prolongar las noches en la calle a la espera del 'suhur' (última comida antes del amanecer).
Según fuentes citadas por el portal especializado Conflict News citando a la policía de la capital irakí, la cantidad de víctimas mortales podría superar ampliamente el centenar de muertos.
Reivindicación del Estado Islámico
En un comunicado firmado por Wilayat Bagdad (Provincia de Bagdad) y difundido en las redes sociales, el Estado Islámico aseguró que el ataque tuvo como blanco "una concentración de renegados", en alusión a los chiíes.
"En el marco de las permanentes operaciones de seguridad de los soldados del califato en la ciudad de Bagdad, el hermano muyahidín (guerrero santo) Abu Maha al Iraqui logró hacer estallar su coche bomba en una concentración de renegados (chiíes)", se indica en la nota.
El Estado Islámico advirtió de que "con el permiso de Dios, proseguirán los ataques de los muyahidines".
Piedras contra el primer ministro
A Al Karrada se dirigió el primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, quien afirmó que los terroristas "después de haber sido aplastados en los campos de batalla cometen ataques con explosivos en un intento desesperado".
Al Abadi prometió castigar a "las bandas terroristas que perpetraron el atentado" y mostró su confianza en que "la victoria está muy cerca", indicó su Oficina de Información en un comunicado.
La población de Al Karrada recibió muy enfadada la visita del jefe del Gobierno, al que culpan de no proteger a los civiles de las acciones de los extremistas. Decenas de ciudadanos lanzaron piedras y zapatos al convoy de Al Abadi e increparon al responsable al grito de "vete".
Otra explosión en el norte de la ciudad
Además, una segunda explosión azotó el mercado Shalal, situado en la zona de Al Shaab, en el noreste de Bagdad y de población también mayoritariamente chií. Este atentado causó la muerte de un civil e hirió a cinco, además de causar destrozos en varios comercios.
Este ataque llega una semana después de que el Estado Islámico perdiera Faluya, uno de sus bastiones en Irak. Desde ese momento, la organización terrorista ha perpetrado varios ataques con decenas de muertos, como el que acaeció en el aeropuerto Atatürk de Estambul el pasado martes o el ataque a un restaurante de Bangladesh este mismo sábado.
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