Carina Mejías se tomó el sábado libre. La concejal de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Barcelona trataba de desconectar tras un viernes farragoso. Pidió la apertura de una comisión de investigación acerca de Barcelona Regional, empresa municipal dedicada al desarrollo urbano cuyo balance fue agujereado por un millón de euros abocado a la ruina durante los Gobiernos de Convergència.
Barcelona en Comú, el partido de la alcaldesa, Ada Colau, se opuso. Prefirió una comisión de seguimiento. "Estáis tratando de tapar sus vergüenzas", les recriminó la de Ciudadanos. Y de repente, veinticuatro horas después, un mensaje: "Sabía que eras una persona retorcida. Esto te dará mala vida. Cuídate". Y un remitente: Oriol Pujol Ferrusola, hijo del expresidente de la Generalitat, antiguo portavoz de CDC ya retirado de la política e investigado por el caso ITV. La edil de Ciudadanos ya ha denunciado ante la Fiscalía.
Mejías ve el origen de la amenaza en la relación existente entre Barcelona Regional -la empresa que proponía investigar Ciudadanos- y la familia Pujol. Entorn S.A, creada por Pere Pujol -hermano del denunciado- logró cuatro adjudicaciones por un total de 140.000 euros.
"Cataluña no es su cortijo; no nos van a callar"
Era dos de julio. Mejías cuenta a este periódico que, al ver el mensaje, su marido la animó a denunciar. Lo consultó con sus abogados el lunes. La aconsejaron levantar acta notarial para "dar fe" del mensaje recibido.
La política de la formación naranja y Pujol coincidieron la pasada legislatura en el Parlament, cuando Ciudadanos planteó una oposición "muy dura" contra "los contratos a dedo" y "el 3% cobrado a las empresas que acordaban con la Generalitat".
En base a la ley de enjuiciamiento criminal, ha formulado la denuncia por un delito de amenazas.
"No nos van a callar. Seguiremos haciendo oposición y fiscalizando al Gobierno. Cataluña no es su cortijo", dice Mejías tras lamentar este mensaje "más propio de la mafia que de la política".