Pujol confiesa que se siente culpable por "desidia" pero no por "codicia"
El expresidente catalán ha admitido en su nuevo blog que se esfuerza para "resistir la ofensiva de desprestigio".
13 julio, 2016 10:43Noticias relacionadas
El expresidente catalán Jordi Pujol ha confesado en su nuevo blog en internet que se siente culpable, aunque no por "codicia", sino por "miedo, desidia, ligereza y debilidad", mientras que ha admitido que se esfuerza para "resistir la ofensiva de desprestigio".
Investigado por presunta evasión fiscal, Pujol ha roto este miércoles un largo silencio con una publicación en la página web de la Associació Serviol, creada por él mismo en 2015.
En el escrito, hecho público este miércoles pero fechado el 5 de octubre del 2015, el fundador de CDC arranca con una referencia a su situación judicial,
"El sentimiento de culpabilidad me viene no por codicia, pero sí por miedo, desidia, ligereza, debilidad; he cometido una falta que no tenía que haber cometido. Que creo que en su momento se reconducirá", expresa.
El expresidente de la Generalitat admite que le resulta "difícil superar el estado de ánimo" en el que se encuentra y añade: "Me voy esforzando, trato de resistir la ofensiva de desprestigio que me abocan encima".
En todo caso, remarca que todo esto se podrá "dilucidar del todo en su momento" y que no es "lo que realmente le angustia".
Su "primera fidelidad ha sido y es Cataluña"
En el texto, Pujol analiza la situación de Cataluña, España y Europa (antes del 'brexit' y de las dos elecciones generales), tres ámbitos a los que ya no puede dedicar su acción política no solo por sus "problemas personales", tras confesar que tuvo dinero en Andorra, sino también porque "en los tres (ámbitos) se ha ido haciendo objetivamente difícil trabajar con ilusión y eficacia, con entusiasmo y ambición".
Pujol asevera que su "primera fidelidad ha sido y es Cataluña" y que creyó que era posible el encaje en España "con su propia identidad reconocida y respetada y con las herramientas y competencias pertinentes". "Este era nuestro objetivo colectivo. Y el mío personal. Pero ahora ya no lo es", apostilla.
El expresidente catalán pide no ceder ante la "tentación del 'finis Cataloniae'" porque el proyecto colectivo tope con dificultades "muy grandes", que asegura que a él le han afectado "de una manera grave".
Y asume que "durante muchos años" ha contribuido "de una manera importante a la aplicación de un proyecto colectivo" que ha dado "un gran progreso en Cataluña" en "todos los órdenes" y que también "durante más de cuarenta años ha contribuido al "progreso general español", pero ahora su capacidad "para hacer una contribución positiva ya no existe".