“La mano del hombre, de forma precisa, eligiendo el día de más calor del año, en domingo, a las siete de la tarde…”. El director general de Emergencias de la Generalitat valenciana, José María Ángel, califica como “desastre tremendo” los incendios que desde desde la tarde del domingo arrasan Benitatxell y Jávea, una de las zonas más turísticas de Alicante. El fuego ha obligado a desalojar a 1.400 vecinos de 16 urbanizaciones de la zona.
El incendio ha quemado ya 319 hectáreas, se ha reavivado por el viento y sigue sin control calcinando varios chalets de las urbanizaciones cercanas. Una de ellas, en el término de Benitatxell, había sido evacuada hacía unas horas. Emergencias de la Generalitat Valenciana han señalado que las llamas han afectado al menos parte de algunas viviendas situadas en la parte alta de la urbanización y que se trabaja para evitar que el fuego se propague hacia el resto.
Otro incendio provocado
Otro incendio en la localidad vecina de Benitatxell, también provocado según Emergencias, ha complicado las tareas de extinción en el foco principal, ya que medios aéreos han tenido que ser desviados a la zona.
Los medios de extinción, a los que se ha incorporado la Unidad Militar de Emergencias (UME), trabajan desde primera hora contra las llamas en una jornada con un intenso calor y alta humedad que hace complicado, indican desde Emergencias, que pueda darse por controlado este lunes.
El presunto pirómano actuó el domingo sobre las 16:30 horas de la tarde en la localidad de Benitatxel. A esas horas la temperatura alcanzaba los 40 grados. Los bomberos habían dado por controlado el incendio cuando, de forma paralela, sobre las 18:30 horas, se producía otro incendio al norte del primero, en la zona conocida como La Granadella, un Parque Natural. Las llamas se expandieron rápidamente. A las dos horas llegaría el tercer foco, en Jávea.
Falta de información
“Teníamos el fuego encima, literalmente”, relata a este periódico Tamara, una joven madrileña de 31 años que había viajado a Jávea para pasar unos días de vacaciones con otras cuatro amigas. “Los aviones llevaban pasando por encima toda la tarde por el fuego de Benitatxel. Pero en torno a las 19 horas empezamos a notar el fuego cada vez más cerca y decidimos empezar a hacer las maletas por si acaso. A la media hora ya apareció la Policía con los megáfonos para desalojarnos”.
Según les comunicaron las autoridades, unas 2.000 personas se han visto afectadas y han tenido que abandonar sus casas. “Imaginate el estado de nervios, con las maletas y todo nos fuimos a la playa para estar lejos de las llamas. Luego conseguimos encontrar una pensión en el centro del pueblo, pero estaba todo hasta arriba”, narra esta joven.
Lamenta que desde las instituciones apenas les facilitan información y que cuando llaman para preguntar les van remitiendo de un organismo a otro “sin que nadie explique nada”. ·”Los únicos que nos han contestado ha sido la Cruz Roja a través de twitter”, comenta al tiempo que advierte de que la rumorología ya ha empezado a circular por el pueblo: “esta mañana decían que había sido detenida una persona que iba con una bicicleta y un bidón de gasolina”.
A su juicio, no hay duda de que los fuegos han sido provocados por una o varias personas. “Cuando ya estaba todo el pueblo tomado por la policía y los servicios de extinción de incendios, de pronto brotó otro foco en una zona descampada que hay muy cerca de la playa del Arenal y unas urbanizaciones. Eso sólo puede ser provocado por una persona”, zanja.
Un foco tras otro
José María Ángel ha explicado, en declaraciones a la Cadena Ser Valencia, que el segundo foco se provocó cuando estaba casi extinguido el primero y ello ocasionó “un desastre tremendo medioambiental”.
Durante toda la jornada los agentes se afanaron con los desalojos. Hasta un millar de vecinos ha tenido que abandonar sus viviendas. Una buena parte de ellos ha pasado la noche en un instituto de Jávea. Esta mañana todavía permanecían allí 258 personas y otras 72 en un colegio de la localidad. Otros se fueron a casas de familiares o amigos. Otra parte de los evacuados, los vecinos de una urbanización de la zona donde se originó el primer incendio, está regresando este mediodía a sus viviendas.
Cruz Roja también ha movilizado sus recursos en Benidorm con un equipo de siete personas, 20 camas y un vehículo de desplazamiento. En el albergue de Dénia ha dispuesto de 199 voluntarios, camas, vehículos adaptados y sanitarios, según informa la ONG en esta red social.
El responsable de Emergencias de la Generalitat ha concretado que los trabajos se están centrando en dos frentes. El primero, proteger las urbanizaciones con cientos de viviendas, algunas diseminadas y con accesos laberínticos. El segundo, el entorno natural de La Granadella.
Acción humana detrás
Los medios aéreos se han incorporado a las tareas de extinción en la mañana de este lunes, los primeros de ellos un helicóptero de coordinación más otros cuatro helicópteros y cinco aviones, tras una noche que ha sido "muy dura" de trabajo para todos los efectivos terrestres.
Asimismo, han salido de su base para incorporarse a las tareas de extinción dos unidades de la Unidad Militar de Emergencias (UME), con 40 militares. La UME se sumó ya a última hora del domingo a los trabajos, con 43 militares y 22 vehículos. De igual modo se han sumado a primera hora cinco brigadas de la Diputación de Valencia a los trabajos para controlar las llamas.
Juan Carlos Moragues, el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, ha visitado el puesto de mando avanzado (PMA) contra este incendio en Benitatxell, y ha asegurado que detrás de los focos "está la acción humana, sin duda".
"Es mucha casualidad que se origen cuatro focos", ha dicho Moragues añadiendo que el Servicio de Protección a la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA) analiza los indicios de los cuatro focos para tratar de identificar y detener al "pirómano".
También ha destacado el trabajo importante de la Guardia Civil, que ha cortado dos carreteras, ha desalojado diez urbanizaciones donde vivían unas 1.000 personas en un incendio cuyas llamas han afectado a algunas casas.