Todas las piezas del puzle se moverán si el PSOE decide finalmente abstenerse y dejar gobernar a Mariano Rajoy antes del 31 de octubre, cuando expira el plazo para que se disuelvan las Cortes. Aunque hablan con muchísima cautela, en el Partido Popular ya empiezan a pensar en el día después de la investidura del presidente en funciones, cuando el partido tendrá que poner fecha para reorganizarse internamente.
El líder del PP paró los congresos para renovar las cúpulas -la nacional y las regionales- hasta después de la formación del Gobierno en España. Si Mariano Rajoy consigue sacar adelante una investidura 'in extremis' en dos semanas, el congreso extraordinario para elegir a la nueva cúpula se celebrará “este mismo invierno”, previsiblemente antes de que termine febrero, según los cálculos que manejan en la cúpula del partido.
Si la legislatura consigue ponerse en marcha, nadie en el partido duda de que “el liderazgo de Rajoy será incuestionable”. El cambio con el que más se especula es con la secretaría general que hoy está en manos de María Dolores de Cospedal. Todas las quinielas colocan a la expresidenta de Castilla-la Mancha de ministra. “Solo si Rajoy la coloca en el Ejecutivo entonces la podrá sacar del partido”. Si se ejecuta este movimiento, el actual número tres del partido, Fernando Martínez-Maillo, es el mejor posicionado para suceder a la actual secretaria general.
“Es el perfecto fontanero; el hombre que ha cosido el partido en el último año y el que ha apagado los últimos fuegos, como el de Rita Barberá. Además, uno de los hombres de máxima confianza del presidente”, lo definen fuentes cercanas al vicesecretario de Organización. A pesar de que los nombres de algunos vicesecretarios suenan para hacerse con alguna cartera ministerial, en el partido creen que “ha pasado poco tiempo desde que la cúpula se renovó” -en junio de 2015 entraron Pablo Casado, Javier Maroto y Andrea Levy-.
Congresos paralizados
Sea como fuere, los movimientos que haya del partido al Ejecutivo y viceversa, si es que hay alguno, “ahora mismo solo los sabe Rajoy y no creo que se lo haya contado ni a su mujer”, resume un vicesecretario a este diario. Sin embargo, el tiempo apremia porque los congresos están paralizados desde que España se quedó sin gobierno y desde Génova se dio la orden de que no habría renovación de mandos hasta que no se resolviese la gobernabilidad. “Si hay gobierno se convocará el congreso de inmediato, porque después faltan los regionales”.
En caso de que el PSOE decida no abstenerse ante Rajoy y Felipe VI no proponga ningún candidato a la presidencia del Gobierno y España quede abocada a una tercera cita electoral, el congreso quedará automáticamente prorrogado hasta, como mínimo, el verano de 2017. “Si el PP sube, como pronostican todas las encuestas, nadie se atreverá a cuestionar tampoco el liderazgo del presidente”.
"Transición todavía no toca"
En el partido entienden que la “transición todavía no toca”. El objetivo de Mariano Rajoy es “no pasar a la historia” como el primer presidente de España que solo estuvo en la Moncloa durante una legislatura. “Conseguido ese reto, hará una transición salomónica. Nombrando a su sucesor”, consideran en el partido. Mirando hacia el futuro, el mejor posicionado para suceder al actual líder es otro gallego, el presidente regional Alberto Núñez Feijóo. De momento, puede presumir de ser el único presidente que ostenta el poder con mayoría absoluta. Un aval incontestable de cara a la sucesión de Rajoy. “Indudablemente está mucho mejor posicionado que Cristina Cifuentes o Soraya Sáenz de Santamaría”, coinciden en Génova. Todo dependerá, una vez más, de los tiempos.