El motín en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Madrid que la noche de este martes ha puesto en jaque a la Policía y las autoridades madrileñas no ha sido una sorpresa. Las advertencias sobre un posible amotinamiento de los internos se venían sucediendo desde hace tiempo. Tanto es así, que ocho días antes del intento de fuga la Unión Federal de Policía (UFP), uno de los principales sindicatos policiales, se dirigió por escrito al jefe regional de Operaciones, Antonio Martín Zaragoza, para alertarle de que "se estaba preparando un amotinamiento y posterior evasión del centro", según reza la nota a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL.
El coordinador regional de Madrid, quien firma el escrito con fecha 11 de octubre, recurría a la comunicación por carta "ante la imposibilidad de hablar con usted y no contestar a mis solicitudes". En dicha nota, se avisa a los responsables policiales expresamente de las informaciones transmitidas por los propios agentes de la Policía Nacional destinados en el CIE a sus superiores, así como las procedentes del personal que trabaja en dicho centro, tales como sanitarios o cocineras, o incluso comentarios de los propios extranjeros. Las informaciones advierten claramente de las intenciones de "90 individuos de origen argelino", que estarían preparando un motín similar al ocurrido en el CIE de Murcia.
Sabían que tenían objetos punzantes
Lejos de ser una hipótesis lejana, se conocían detalles como que el levantamiento se produciría "de forma inminente en los turnos de tarde-noche" y probablemente "tomarían como rehén a personal laboral a ser posible y si no a un funcionario de Policía". Los internos, según explica la nota, habían preparado barras, tijeras, cepillos de dientes y cuchillas de afeitar convirtiéndolos en objetos punzantes. También poseían un pantalón de uniforme de Policía y "los bancos metálicos soldados al suelo han sido arrancados con la finalidad de ser utilizados como arietes contra las puertas". Los agentes disponen de pruebas gráficas de todos los objetos intervenidos en diversos escondites en el polémico CIE.
El Sindicato Unificado de Policía (SUP) también ha denunciado la falta de recursos humanos, además del mal estado de las instalaciones de estos centros. Todo ello complica la capacidad para acoger a las personas que llegan a España de forma ilegal y dificulta una estancia digna en estos recintos. Una situación, denuncian, derivada de la "inacción del Gobierno en funciones" y de un ministro del Interior al que responsabilizan de la deteriorada imagen del ministerio.
"El miedo lo tienen los policías"
Fuentes de UFP consultadas por este diario han querido puntualizar que los CIES "no son una cárcel", sino un centro de estancia temporal en el que solo permanecen 60 días como máximo. Según explican, el motín es una medida de presión para cambiar las condiciones porque a los internos no les interesa escaparse porque "para ellos es contraproducente". "Nosotros apoyamos una solución. Ahora nos limitamos a cumplir las leyes, que las cambien", lamenta un portavoz del sindicato en conversación telefónica con EL ESPAÑOL.
Además, explica la difícil situación que vive la Policía en este centro, en el que apenas 5 agentes custodian a 102 personas: "El miedo lo tienen los policías", denuncia. "Los policías tienen miedo. Las informaciones de maltrato policial se caen por su propio peso. Es más, ése es un puesto de castigo para la Policía porque nadie quiere estar allí".
Advertencias también en Barcelona
Las alertas sobre el CIE de Madrid no son las únicas. La secretaría provincial de Barcelona de UFP trasladó asimismo sus quejas formalmente por la falta de personal que presta servicio en el centro de aquella ciudad, las cuales fueron reiteradas en otro escrito dirigido a la Jefatura Superior de Policía de Cataluña. La falta de personal, "repercute directamente en la falta de seguridad en el puesto y acarrea en los policías un enorme desgaste psicológico".
No pasaron ni cinco días del encuentro con la Jefatura en la que expusieron sus quejas cuando se produjo un altercado en el centro que obligó a los agentes a solicitar apoyo.
Serán expulsados según lo previsto
Los 39 inmigrantes, todos argelinos y un marroquí, amotinados durante once horas en la azotea del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Aluche en Madrid serán expulsados de España siguiendo el plan previsto por el Ministerio del Interior de acuerdo a las directivas europeas, han informado a Europa Press fuentes conocedoras de este proceso.
Este centro cuenta en la actualidad con un nivel de ocupación del 43%. Concretamente, hay 93 internos de los 214 que se podrían acoger en Aluche, según las citadas fuentes.