El motín que ha tenido lugar esta noche en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Aluche, en Madrid, ha puesto en evidencia la ya conocida tensión entre la Policía y el Ayuntamiento de la capital. Después de que unos 60 internos se encaramaran a la azotea del edificio y comenzaran a arrojar piedras y mobiliario, el delegado de Salud, Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid, Javier Barbero, se desplazó hasta el lugar junto a otros concejales de Ahora Madrid, como Guillermo Zapata, Carlos Sánchez Mato o Esther Gómez, presidenta de los distritos de Latina y Carabanchel al considerar que los altercados son "una cuestión política y de derechos humanos".
El encierro ha durado hasta pasadas las nueve de la mañana cuando se ha conseguido que los últimos inmigrantes cejaran en su intento. Los agentes han estado más de 12 horas negociando con ellos.
Mientras, los representantes municipales han establecido lo que han llamado "turnos de permanencia" para garantizar la buena resolución del conflicto y garantizar "el respeto a los derechos humanos". "Les hemos expresado todo el apoyo del Ayuntamiento y nuestra voluntad de apoyar en la negociación", ha asegurado Barbero refiriéndose al personal del Ministerio del Interior, de quien depende el CIE y se encarga de negociar con los amotinados. Asimismo, expresó el deseo de que el suceso concluya cuanto antes y se resuelva "de la manera más pacífica posible, que es el objetivo de todos".
Sin embargo, el equipo de Ahora Madrid expresaba su queja a través de las redes sociales por haberles sido denegada la información solicitada. "Señalamos la opacidad en la gestión de esta situación. Ninguna noticia desde los responsables del CIE", denunciaba Barbero en su perfil de Twitter.
Asimismo, aprovechaba para manifestar su rechazo a los CIEs: "Son instituciones fallidas". "Nada hay en Aluche que me avergüence tanto como que se encarcele allí a seres humanos en un CIE que jamás debió abrirse", añadía el edil Carlos Sánchez Mato.
Según Guillermo Zapata, algunos de los internos gritaban desde las terrazas: "Nos tienen como perros aquí. No hemos hecho nada a nadie".
Según testigos presentes en la zona, la Policía no dejó entrar en el recinto ni a Javier Barbero, ni al SAMUR, ni a los diputados de Podemos, ni a los concejales de Ahora Madrid.
Por su parte, la alcaldesa Manuela Carmena, muy preocupada por la situación, también ha trasladado personalmente y de manera telefónica a la delegada del Gobierno, Concepción Dancausa, el apoyo municipal a las labores de mediación. Tras finalizar los altercados, la alcaldesa se quejaba de que Interior no haya aceptado su ofrecimiento.
Choques constantes
Las discrepancias entre la Policía Municipal y el Ayuntamiento se hicieron patentes casi desde el mismo momento en que el equipo de Ahora Madrid se instaló en Cibeles. Las desavenencias con el jefe de Seguridad llegaron a su punto álgido cuando fue "acosado" tras una concentración del CPPM, sindicato mayoritario del cuerpo municipal, como protesta por el desmantelamiento de las UCS -conocidas como unidades antidisturbios-, la falta del complemento económico prometido por las jornadas de verano y la supresión de grupos de apoyo zonal.
Javier Barbero y Andrés Serrano acabaron rodeados e insultados por un grupo de agentes. Barbero calificó la acción de "fascista" para luego declarar que solamente "describió una situación".
Tras el malestar por la falta de contundencia por parte de Rita Maestre tras la agresión de unos manteros a unos agentes, la cual fue calificada por la portavoz municipal como "forcejeo", llegó la protesta contra la propia alcaldesa este mismo mes de octubre. De nuevo, el sindicato CPPM acusaba al Ayuntamiento de no dialogar y de ser objeto de constantes "atropellos y faltas de respeto".
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