Alejandro Requeijo Daniel Montero

José Ángel Prenda Martínez, ‘El Prenda’, uno de los cinco procesados por la violación múltiple de San Fermín, ha roto su silencio a través de una carta escrita desde la cárcel de Pamplona en la que se encuentra preso desde julio. En ella acusa de mentir “para salir del paso” a la joven que denunció la agresión sexual y de que con ello ha “destrozado” a su familia y la de sus compañeros. Dice que el motivo de su misiva es “pedir perdón”, pero en sus disculpas no incluye a la joven, solo se arrepiente de su comportamiento infantil y sus WhatsApp en los que se jactaba de sus acciones. Este joven sevillano también se encuentra imputado por otro caso de abuso sexual a otra chica en Pozoblanco (Córdoba).

"Si en algún momento le hicimos sentir mal ya lo estamos pagando con creces. En su mano está acabar con el sufrimiento inmerecido de cinco familias. Cinco familias completamente destrozadas por una mentira que estoy seguro, en su día diría para salir del paso”, dice ‘El Prenda’ en la carta difundida por 13TV. “Espero que acabe con esto contando la verdad", añade en relación a la joven madrileña de 18 años que denunció la violación en Pamplona. En el marco de la investigación, los peritos psicológicos que examinaron a la chica descartaron que hubiese inventado la violación y determinaron que sufre un “trastorno de estrés postraumático”.

Sin embargo, ‘El Prenda’ dice que "en la vida haría daño a una mujer”. “Esto quiero dejarlo bien claro. Nunca. Que a nadie le quepa la duda de que sería el primero en ponerme enfrente de un maltratador o un violador", afirma este acusado de violación y abuso sexual. Explica que "el motivo de esta carta es pedir perdón. Perdón de corazón. Es el perdón de una persona que cando se ha dado cuenta de su comportamiento se avergüenza de él, de las barbaridades dichas por Whatsapp, del comportamiento de niñato en muchas situaciones".



José Ángel Prenda desempeñó una actuación clave en la presunta violación acaecida en el número cinco de la calle Paulino Caballero de Pamplona pues fue él quien aprovechó que en el portal de la casa entraba otra vecina para meterse dentro y después abrir la puerta al resto del grupo para que accediera con la denunciante. La joven madrileña dice que no pudo gritar porque le taparon la boca. El juez habla de unos “hechos muy graves cometidos en grupo con múltiples penetraciones”. Según el magistrado, se mofaron de la víctima, pedían su turno mientras miraban a la cámara del teléfono móvil con el que grabaron los hechos. El auto judicial descarta que existiese consentimiento alguno de la joven.

Tanto la acción de Pamplona como la de Pozoblanco fue difundida en varios grupos de WhatsApp que comparte Prenda junto a otros amigos con los que se jactaba de sus acciones. En ellos se llegó a comparar a la joven presuntamente abusada en Pozoblanco con Marta del Castillo. En su carta este acusado insiste en "pedir perdón a todas aquellas mujeres que se han podido dar por ofendidas”. “Tengo amigas, primas y, lo mejor sin lugar a dudas de mi vida, mis hermanas y mi madre”.

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