"Mis hijos me ven llorar cuando llego a casa después de trabajar. Nadie tiene por qué sufrir eso. No sé lo que está pasando". Elena González-Moñux lleva en el PP más de veinte años. Ha sido gerente, concejal, diputada... Esta legislatura "fue complicada desde el primer momento", no hubo "encaje" y "todo fue a peor". De baja por depresión, acusa al portavoz de su grupo, Enrique Ossorio, de insultarla y humillarla. Un extremo que éste niega con rotundidad.
La dirección del partido ha apoyado a su portavoz con un comunicado y Ossorio ya ha confirmado que se querellará por injurias y calumnias.
"Se me fue arrinconando, no se me invitaba a las reuniones, cada día se me apartaba más... Hasta que fue insostenible", relata la parlamentaria del PP a este periódico. Unas palabras que contrastan sobremanera con las de un portavoz de su grupo: "Es una historia inventada, sin pies ni cabeza. Nunca percibimos algo así. Su parte médico fue una sorpresa. Ossorio es una cabeza de turco y no sabemos que hay detrás de todo esto".
El informe psicológico habla de "abuso de superioridad"
El informe psicológico de González-Moñux habla de abuso de "superioridad" y carga el acoso en el portavoz, Enrique Ossorio. ¿Ninguno de sus compañeros se dio cuenta? "Se cubren unos a otros. La gente teme por su puesto de trabajo. Es normal que no denuncien o que sólo me muestren su apoyo en privado", dice en referencia a un juego de lealtades que ha mantenido "oculto" su sufrimiento. Pero va más allá: afirma que Ossorio ya ha arremetido contra otros compañeros en diferentes ocasiones y que el miedo mantiene una espiral del silencio.
González-Moñux menciona la ley del sacrificio cero de animales de compañía como la gota que colmó el vaso. "Se me encargó este trabajo. Un día, en el pleno, Ossorio me dijo que no tenía ni idea de las enmiendas y que me iba a hacer un examen. Le dije que era la hora de comer y él me respondió que me fuera sin comer. También me espetó que no sé hacer mi trabajo". ¿Ningún compañero se dio cuenta de esto? "Me hablaba con la mirada puesta enfrente y en voz baja. Me quedé perpleja. No daba crédito", responde.
Uno de aquellos días, en el despacho de Ossorio, la parlamentaria asegura que éste la señaló con el dedo y la expulsó gritando de su despacho. "No haces nada, tendré que hacer yo tu trabajo", asegura que le recriminó el portavoz. González-Moñux reitera que la insultó llamándola "tonta".
Decidió presentarse en el despacho de Ángel Garrido, mano derecha de Cristina Cifuentes. "Se lo conté todo. Le dije que el portavoz ya había hecho esto en otras ocasiones". Según su versión, el consejero quitó hierro al asunto y evitó darle importancia.
Un serio problema aritmético
Entonces, la aritmética. El Partido Popular suma, junto a Ciudadanos, 65 escaños. El total de PSOE y Podemos alcanza 64. Cada diputado es clave. González-Moñux recibió su baja el 10 de octubre y no asistió al pleno de tres días más tarde. "Ese día no hubo problema porque un parlamentario del PSOE no estuvo en la Cámara en las votaciones clave y la diferencia se mantuvo". Pero de cara a la semana siguiente, Garrido la citó en la Puerta del Sol, sede del Gobierno de Cifuentes.
La diputada dice que el consejero, además de preocuparse por su estado de salud, le habló de la importancia de la aritmética y le instó a ir al pleno de la semana siguiente, advirtiéndole de que podrían perder votaciones importantes. "Me quedé impresionada. Estaba poniendo por delante la política a la salud de una persona". Aún así, González-Moñux asistió a la Cámara la semana siguiente. "Lo hice para demostrarles que todo esto es verdad y que no quiero dañar a mi partido".
La parlamentaria popular revela que no ha sido contactada por la dirección del PP madrileño para preguntarle por su estado, aunque cree que moverán ficha pronto. Este jueves no hay pleno, pero sí el siguiente y su grupo podría fracasar en algunas votaciones clave.