Quién se lo hubiera dicho a Miguel Urbán y a Isabel Serra, cabezas visibles de los anticapitalistas en Madrid. El domingo pasado un escenario acogió la presentación de la confluencia que habían sellado con Ramón Espinar. Juan Carlos Monedero, padre de la formación y telonero de lujo, abrazó su pacto en el escenario y llamó a la capital a convertirse en "tumba del neoliberalismo". En el horizonte, un objetivo: hacerse con la secretaría general de la región. La sorpresa llegó el miércoles: el hombre al que habían decidido aupar vendió un piso protegido que nunca ocupó obteniendo en la operación cerca de 20.000 euros.
Serra, diputada y número uno del anticapitalismo de no haberse forjado el acuerdo con los 'pablistas', aseguró en la presentación de sus listas que Espinar no les informó de que algo así pudiera destaparse. Lo dijo con el senador de Podemos delante, que confirmó sus palabras. Serra, Urbán y el resto de quienes dieron su 'okey' al acuerdo se levantaron el miércoles con la misma sorpresa que cualquier otro lector. ¿Por qué?
"Lo tenía congelado"
Uno de los extremos reiterados por Espinar en sus últimas comparecencias ha sido lo relacionado con "los tiempos" de la publicación. Según apunta el senador, la periodista que destapó la información le llamó para conocer su versión de los hechos hace más de quince días. "Pero prefirió congelarlo todo y sacarlo justo después de que yo presentara mi candidatura a la secretaría general de Madrid", criticó.
Entonces, ¿por qué no aprovecho Espinar para advertir a sus socios e incluso a la prensa de que podía publicarse algo así nada más iniciarse la recta final de la votación? "No pensé que esto pudiera tener tanto impacto", se defendió Espinar con amarga sonrisa.
"Está claro que me equivoqué"
En palabras del candidato, no dio ningún pasó porque le falló el ojo clínico. "Como no había nada ilegal, le dije a la periodista que publicara la información que tuviera. Ahora está claro que me equivoqué", relató ante una sala abarrotada de cámaras y micrófonos.
La sombra de la especulación se cierne sobre Espinar a menos de una semana de que los militantes de Podemos elijan a su secretario general en Madrid. En el partido cierran filas. Hablan de "la máquina del fango", que pretende dar "un golpe de régimen". "El poder económico no quiere que me presente", ha llegado a decir el senador.
"Es el mejor candidato posible"
¿Cómo se han tomado los anticapitalistas la falta de información y la compra-venta del piso? Más allá de presentar las listas, la rueda de prensa de Espinar acompañado de Serra tuvo como objetivo "arropar" al candidato. Sin ambages, la diputada y filósofa describió a Espinar, sentado a su lado, "como el mejor candidato posible" y evitó referirse al piso de Alcobendas. Con gesto serio, contempló cómo su compañero intentaba no encajar golpes en más de media hora de comparecencia.
Nada más conocerse la noticia a primera hora del miércoles, muchos miraron con preocupación a los anticapitalistas. Se acusaba a Espinar de 'jugar' con una vivienda protegida para ganar dinero, una de las prácticas condenadas con más virulencia por esta corriente. Pero Urbán y Serra no tardaron en tuitear mensajes de apoyo a su compañero. Alabaron sus "claras" explicaciones y mencionaron una conspiración mediática.
Su reacción, como sus tuits, fue espontánea. Espinar no dijo nada a los anticapitalistas. Ni durante las negociaciones ni después. Los partidos de fútbol y baloncesto con los que celebraron la unión de ambas candidaturas en Villaverde han cambiado por un monotema: la operación inmobiliaria de quien encabeza la lista que aceptaron engrosar.