Varios concejales en la concentración okupa que desafía a Carmena: "O con nosotros, o con el Gobierno PP-PSOE"
Varios ediles han participado en la protesta contra el desalojo del último local de Patio Maravillas que anuncia más movilizaciones.
13 noviembre, 2016 21:15Noticias relacionadas
La luz azul de varias furgonetas policiales alumbra la Plaza del Dos de Mayo. En un extremo, la portavoz del Patio Maravillas, que prefiere no revelar su nombre, lanza un órdago a las instituciones. Acaban de ser desalojados por la Policía del último edificio abandonado y de propiedad privada que okuparon. "Desde los movimientos sociales o desde el Ayuntamiento; o defendemos activamente el derecho a la ciudad o estaremos apoyando al Gobierno del PP-PSOE". Después, mira a la cámara y presiona a Carmena: "No nos ha escuchado. Okupamos porque es la única vía que nos queda".
Los gritos al caer la tarde son el primer paso, el primer peldaño de una escalera de movilizaciones sociales. Patio Maravillas pretende reunir distintas agrupaciones y reconvocar el encuentro con más fuerza dentro de un mes.
Más de cien personas jalean el discurso al grito de "El Patio vive, la lucha sigue". Entre ellos, varios concejales del Ayuntamiento de Madrid. Protestan por el desalojo y piden la comprensión... de sí mismos. Presencian en primera persona la disyuntiva que el colectivo okupa plantea a su propio Gobierno: o con ellos o contra ellos.
"La crítica es constructiva, nos esforzaremos más"
El responsable de Economía del Consistorio, Carlos Sánchez Mato, es el primero en llegar. "Seguro que luego vendrán más compañeros", dice sobre el resto de concejales. Aparecerán Guillermo Zapata, Celia Mayer y Montserrat Galcerán. "Mantendremos un diálogo con todas las partes", explica el edil que esta noche cambia el traje por los vaqueros y la sudadera.
En palabras de Sánchez Mato, el desalojo de la noche anterior fue llevado a cabo por la Policía Nacional sin previo aviso. El número uno de Seguridad en el Ayuntamiento, Javier Barbero, intentó mediar sin éxito. "La orden fue de la delegación del Gobierno", confirma.
Muchas de estas críticas se dirigen contra el Gobierno del que usted forma parte...
"Vengo aquí a título personal. La crítica es buena siempre que sea constructiva. Nos esforzaremos más", explica justo antes de lamentar el gran número de policías que rodea la concentración: "Esto no se soluciona con represión".
Varios gritos enarbolados el 15-M ponen la banda sonora: "Lo llaman democracia y no lo es"; "Basta ya de estado policial".
"El desalojo fue una jugada política"
"Estábamos allí por la noche y se presentaron sin previo aviso. Nos echaron", cuenta una manifestante. Reitera que los antidisturbios que se presentaron en el edificio okupado de la calle San Mateo no tenían orden judicial: "Fue una jugada política".
De menos a más. A las seis, hora de inicio, hay más policías que participantes. El Dos de Mayo se llena. El colectivo se mueve para llamar la atención de la regidora. "No hay comunicación, pero seguiremos intentándolo", recalcan algunos. A lo largo de este año, Patio Maravillas trató de lograr un local de 3.000 metros cuadrados en la zona de Alberto Aguilera, pero las negociaciones no llegaron a buen puerto. "Teníamos optimismo cuando llegaron al Gobierno, pero sus medidas de cesión de espacio son cobardes e insuficientes", remarcan.
El colectivo okupa se ha llevado una decepción. La apropiación del edificio de San Mateo ha sido la primera con Carmena en el Consistorio. En 2015 sufrieron un par de desalojos.
Negociación con la Policía
En el momento álgido de participación, los manifestantes, pancarta en mano, pretenden marchar más allá de la plaza, pero la Policía, que había cercado el cuadrilátero, lo impide. "No hay una manifestación autorizada, no pueden salir porque pueden provocarse alteraciones del orden público", explica un agente a dos portavoces. "Si queréis, podéis dar una vuelta por dentro y hacer aquí la marcha", les llega a ofrecer como alternativa. "Vamos a hacer una asamblea y decidimos", le contestan.
Uno de ellos agarra el micrófono y se coloca en el centro, justo debajo del monumento a Daoiz y Velarde que corona la plaza. Explica las condiciones y da tiempo para la reflexión. En media hora, la concentración se disuelve.
"Estamos esperando a Carmena", dicen esperanzados varios miembros del Patio Maravillas. La alcaldesa considera la okupación "un fenómeno cultural" y permite la apropiación de los espacios "hasta que los reclama su propietario". A pesar de este punto de vista tan criticado por la oposición, su concepción es moderada respecto a la rama de Ganemos, una de las corrientes que más engrosa su Gobierno y que esta noche apoya la manifestación. Patio Maravillas quiere arrastrar a su lado a la alcaldesa. De momento, no hay palabras por su parte.