El Grupo Parlamentario Popular está buscando un hueco al exministro de Interior Jorge Fernández Díaz, una vez que la oposición ha bloqueado su nombramiento a la presidencia de la Comisión de Exteriores. Para ello, ha pedido que se aplace el nombramiento de este puesto y seguir manteniendo el control de la comisión.
En paralelo, los conservadores han sondeado a los demás grupos si aceptarían su nombramiento en la presidencia de la Comisión del Tribunal de Cuentas, que se constituía unas horas después. Sin embargo, la oposición en bloque ha rechazado también la propuesta y el nombramiento de la Mesa también ha sido aplazada. Fernández Díaz se ha puesto a disposición de su grupo parlamentario y hará lo que estimen oportuno.
Fuentes parlamentarias han explicado que se convocará una nueva Junta de Portavoces de la Comisión de Exteriores para que el Grupo Parlamentario Popular vuelva a proponer otro candidato, "un nombre idóneo" que el resto de partidos puedan apoyar. La decisión llega después de que el grupo parlamentario de Unidos Podemos registrase una petición para que la Comisión de Calidad Democrática realizara un informe sobre la idoneidad del exministro a ostentar el nuevo cargo.
El PSOE, además, puso a primera hora de esta mañana una última oferta encima de la mesa al PP: los socialistas elevarían un candidato alternativo a presidir la Comisión que dimitiría si el PP propone otro candidato que no sea Fernández Díaz. Entonces sí votarían a favor de ese nuevo candidato del grupo conservador.
A principios de septiembre, todos los grupos parlamentarios con representación en la Cámara pactaron el reparto de todos los puestos de la Mesa del grueso de las comisiones parlamentarias que funcionarán en esta XII Legislatura. Tras el reparto inicial, serían los propios grupos los que propondrían el nombre de las personas de su grupo que formarían parte de esas comisiones y los demás partidos apoyarían sin poner en entredicho ningún nombramiento.
Un plus de 1.400 euros
El revuelo llegó cuando el Grupo Parlamentario Popular propuso el nombre de Jorge Fernández Díaz a la Presidencia de la Comisión de Exteriores. El exministro del Interior conseguía con este ascenso un plus en su nómina de 1.400 euros una vez que había sido castigado sacándolo del Ejecutivo. Sin embargo, los partidos de la oposición se revolvieron porque el diputado catalán había sido reprobado en la Cámara tras difundirse escuchas grabadas en su despacho cuando era el máximo representante del ministerio con el jefe de la Oficina Antifraude de Cataluña. Nadie quería apoyarle, pero el PP insistía en que el pacto era no tocar los nombres de los grupos contarios.
La constitución de la Comisión de Exteriores y el nombramiento de las personas que ocuparán la Mesa de dicha Comisión estaba prevista para este miércoles a primera hora. Sin embargo, en la Junta de Portavoces que se celebró ayer martes, el portavoz de Unidos Podemos dejó claro que su grupo votaría en contra del candidato pactado con el PP y que propondría otro candidato, el diputado de Unidos Podemos Pablo Bustinduy.
Escalada de rechazos
Ciudadanos, principal aliado del PP, anunció ayer por la tarde que votaría en blanco. También el Grupo Socialista tenía la intención de no apoyar el nombramiento del exministro y votar en blanco. Con esta escalada de rechazos, el Grupo Popular se ha visto obligado a pedir retrasar la constitución de la Comisión cuando ha empezado la sesión. "A día de hoy", aseguran fuentes populares, todavía intentan convencer a los socialistas de que apoyen al exministro. Sin embargo, en la bancada conservadora ya se empieza a buscar otros nombres de consenso que no levante las ampollas que provoca el nombre de Jorge Fernández Díaz.