Dos mujeres de 31 y 27 años alcanzan la aduana de Beni-Enzar, principal acceso a Melilla desde Marruecos. Con ellas va, de la mano, un niño de unos dos años. El agente de la Guardia Civil que cubre el turno de mediodía requiere su documentación: ambas tienen nacionalidad marroquí, pero la primera de ellas cuenta con residencia legal en la Ciudad Autónoma. A continuación, el guardia inicia el reconocimiento de las bolsas que llevan consigo. Pide a una de las mujeres que abra uno de los bultos, en cuyo interior hay varias barras de pan. Luego pide a la otra que haga lo mismo con el otro, "una bolsa de deportes cerrada": "Esta hizo ademán de intentar pasar el bolso a la otra mujer, cosa que extrañó al agente actuante que le requirió que lo abriese para comprobar su contenido". En su interior, un bebé de un mes con síntomas de asfixia que pretendían ocultar para que cruzase la frontera.
"El agente extrajo rápidamente al bebé porque presentaba síntomas de asfixia y en ese momento llegó a vomitar sobre el uniforme del agente", detalla la comandancia de la Guardia Civil en Melilla a través de un comunicado.El suceso tuvo lugar este martes, día 15, antes de las 13.00 horas.
Los Servicios Sociales de la Ciudad Autónoma se han hecho cargo del bebé, de sexo femenino y de un mes de vida. De acuerdo al reconocimiento médico, se encuentra en buen estado de salud.
Las dos mujeres, tras ser detenidas, pasaron a disposición judicial por un delito contra el derecho de los ciudadanos extranjeros. Una de ellas, la de 27 años, aseguró ser la madre del bebé, pero se le realizarán pruebas de ADN para certificar su testimonio. La Justicia ha ordenado el ingreso en prisión de la otra mujer, la de 31 años, que era la que llevaba a la niña oculta en la bolsa de deporte.