Felipe VI se ha dirigido este jueves a un hemiciclo distinto al que hace casi cinco años inauguró su padre, Juan Carlos I. Señorías sin corbatas, uno con rastas y una camiseta, la de Diego Cañamero, con un claro anuncio: “Yo no he votado a ningún rey”. También, una bandera republicana, la de la III República, en mayúsculas sobre la banda gualda. La sostuvo durante todo el discurso el senador de Izquierda Unida por Navarra, Iñaki Bernal.
Pero la inmensa mayoría de la Cámara se ha puesto de pie y ha dedicado casi dos minutos de aplausos cerrados a los reyes y a sus dos hijas, al principio y al final. Sólo los diputados de En Comú Podem y de Izquierda Unida han permanecido siempre sentados. Los representantes de Podemos se han levantado a la entrada de la Familia Real pero no han aplaudido, tampoco cuando ha sonado el Himno Real. Al final, se han quedado sentados mientras desde la tribuna la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, batía las palmas con entusiasmo.
En una intervención de media hora, Felipe VI ha pedido a los diputados que trabajen por la cohesión social, la regeneración moral y el respeto a la ley. “El pueblo español, que ha dado ejemplo de madurez, sensatez y responsabilidad a lo largo de las últimas décadas ─especialmente durante la crisis económica─, nos pide en suma, Señorías, que dignifiquemos la vida pública y prestigiemos las instituciones; que estemos, en fin, a la altura de la trascendencia y la seriedad de los retos que España tiene que afrontar”, ha dicho Felipe VI flanqueado por la reina Letizia, la princesa de Asturias y la infanta Sofía.
“Y para ello hemos de partir de lo que hemos sido en el pasado, y de lo que –gracias a tantos– ahora somos y juntos hemos conseguido”, ha continuado. “Hace casi cuarenta años, los españoles fueron capaces de unirse para iniciar juntos un nuevo camino en nuestra historia: el camino de la reconciliación; el de la paz y el perdón; el camino de la desaparición para siempre del odio, de la violencia, de la imposición”.
El monarca ha subrayado también la necesidad de recuperar "los valores éticos" que acaben con "la corrupción, que ha indignado a la opinión pública en todo nuestro país y que debe seguir siendo combatida con firmeza, tiene que llegar a ser un triste recuerdo de una lacra que hemos de vencer y superar. En la consecución de ese objetivo, quiero reconocer públicamente el trabajo que desarrollan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y la permanente acción de la Justicia".
“En una Monarquía Parlamentaria, la presencia del Rey en el Parlamento es la expresión constitucional del vínculo entre los depositarios de la soberanía nacional y el Jefe del Estado”, ha subrayado el Rey “Deseo también manifestar mi profunda satisfacción personal por dirigirme a esta institución que es y debe ser, en todo momento, la casa común y el lugar de encuentro de todos los españoles”.