Manuela Carmena hace las maletas. Este jueves volará rumbo al Vaticano, donde compartirá cumbre y despacho con el papa Francisco. Desde allí, junto a ochenta alcaldes europeos y el pontífice, presionará a los Gobiernos para que “abandonen la defensa y el belicismo” y “apuesten por la cooperación”.
Salvo el alcalde de Málaga, del PP, el resto de líderes españoles que estarán en el Vaticano pertenecen a Podemos y movimientos del ‘cambio’: Ada Colau (Barcelona), Pedro Santisteve (Zaragoza) y Joan Ribó (Valencia). Todos ellos buscarán sinergias y modos de “acoger y regularizar” a emigrantes o refugiados. Un punto que ha generado problemas a Carmena con el Gobierno central, tratando de intervenir cuando no era el caso de su competencia, tal y como ocurrió con el motín del CIE de Aluche.
Reunión con la alcaldesa de Roma
La regidora madrileña estirará su periplo hasta el sábado. El viernes por la mañana abrirá la cumbre que motiva el viaje: “Los refugiados son nuestros hermanos”. Más allá de su intervención, el Ayuntamiento coorganiza las jornadas de la mano de la Academia de las Ciencias Pontificia. De ahí que sea Carmena quien abra el ciclo con una ponencia titulada “La desventurada regulación legal sobre los migrantes”.
La Casina Pío IV, de jardín edénico y circular, acogerá las distintas charlas. Ya fuera del Vaticano, Carmena despachará con la alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, que aupó al Movimiento 5 Estrellas –los populistas del cómico Beppe Grillo– a la dirección de la capital italiana. Con esta reunión pondrá fin al viernes.
Carmena: "Francisco, un ejemplo a seguir"
Al día siguiente, a las cuatro de la tarde, el papa Francisco recibirá a los alcaldes participantes y charlará con ellos. Terminado este despacho, Manuela Carmena dará por concluida su estancia en Italia y volverá a Madrid.
La alcaldesa se verá las caras con Bergoglio, al que ha mostrado su admiración en numerosas ocasiones. Lo ha calificado como “extraordinario” y lo contempla como “un ejemplo a seguir".