Íñigo Errejón y sus afines plantan cara a Pablo Iglesias y los suyos de cara a la Asamblea Ciudadana de Podemos, ya conocida como Vistalegre II. Este viernes, la corriente que lidera el secretario político exhibía músculo con la publicación del manifiesto "Recuperar la ilusión: democracia para ganar". Suscribían el texto el propio Errejón, destacados miembros del Consejo Ciudadano estatal (dirección nacional), unos cuantos diputados y centenares de cargos del partido morado en toda España.  

Toda una demostración de su fuerza que ha sacudido al partido morado y que revela, una vez más, y ya van unas cuantas en las últimas semanas, el nivel de discrepancia existente entre errejonistas y pablistas. Para Errejón y sus afines, Vistalegre II "no debe ser un combate de boxeo" donde impere "el sometimiento de uno ante otro". Con estas expresiones se refieren a los planes del secretario general, que consisten en aunar en una sola votación los proyectos y las candidaturas para liderar Podemos.

A priori, el Consejo Ciudadano Estatal iba a decidir en su próxima reunión si esa votación se producía por separado o de forma simultánea. Sin embargo, el propio Iglesias rompía la baraja el pasado lunes al anunciar una consulta a la militancia de Podemos sobre este asunto. El líder de partido no ha escondido sus preferencias: unir las dos votaciones -sobre ideas y sobre personas- en una sola en Vistalegre II.

Algo que Errejón y los ya miles de firmantes del citado manifiesto consideran un caso de "involución democrática". Todo el texto que ya han suscrito miles de personas es una enmienda a la totalidad de la hoja de ruta delineada por Iglesias para la esperada Asamblea Ciudadana. Y las firmas de rostros conocidos como Rita Maestre, Tania Sánchez, Sergio Pascual, Jorge Lago, Miguel Vila, Jorge Moruno, Tania González, Eduardo Maura o Clara Serra evidencian y avivan la división en el partido. 

Lo que esconden las dos corrientes

Básicamente, los errejonistas desean, como se ha dicho, votar por un lado los documentos organizativos y por otro las candidaturas -"primero los proyectos y después las caras", verbalizó el propio Errejón-, al igual que ocurrió recientemente en las primarias de Madrid. Mientras, el secretario general y sus afines quieren que las candidaturas y las propuestas se voten simultáneamente. Pero la pregunta es por qué cada corriente apuesta por ese tipo de votación. 

Desde el sector errejonista explican a este diario que los planes de Iglesias -tanto la consulta como la forma de votar que defiende- constituyen una maniobra artera para ponerles en una situación muy complicada. Según ellos, si las bases aprueban en la consulta que en la Asamblea se vote de forma conjunta, tendrán que elegir entre presentar o no una candidatura alternativa a Iglesias. Entre los pablistas, creen que los errejonistas defienden votar por separado porque pueden lograr, como ocurrió en Madrid, imponer sus tesis en los documentos organizativos aunque no puedan derrocar a Iglesias. Así, condicionarían la estrategia del partido morado aunque Errejón no fuese su secretario general.

Los anticapitalisas, decisivos

En esta batalla de poder soterrada, está por ver, en cambio, qué modalidad de votación defiende la corriente de los anticapitalistas. Ellos, aliados con los pablistas en Madrid, podrían desnivelar la balanza tanto en el referéndum de diciembre sobre el modelo de Asamblea Ciudadana como en el propio Vistalegre II. De momento, este sábado los Miguel Urbán, Teresa Rodríguez y otros anticapis presentarán un manifiesto con sus propuestas para la asamblea. 

En todo caso, más allá de las estrategias de unos y otros sectores, el hecho es que este viernes Errejón y los suyos daban un golpe encima de la mesa con la presentación de su idea alternativa a la de Iglesias. Además de reclamar una votación de "ideas y personas" por separado, los errejonistas piden "mayor proporcionalidad" en las votaciones y, por ende, en los órganos de representación. En tercer lugar, abogan por crear una "Comisión de garantias independiente", justo después de que este organismo permitiera al pablista Ramón Espinar acumular tres cargos distintos. Por último, piden "un censo abierto a la participación". 

Echenique responde: "No tiene mucha lógica"

La respuesta de los opuestos a Errejón llegaba horas después en boca de Pablo Echenique. El secretario de Organización afirmaba este viernes por la tarde que el manifiesto presentado por el sector de los "errejonistas", en el que piden que en la próxima Asamblea se voten primero los documentos políticos y después las listas para renovar la dirección, parte de un "error de razonamiento" que "no tiene mucha lógica", recogió Efe.

En Santiago de Compostela, una de las paradas de la ruta "Atarse los cordones", Echenique afirmaba que está "de acuerdo en casi todo" lo que dice el documento en cuanto a "feminización o descentralización" del poder pero discrepa sobre la apuesta por "separar los proyectos de la candidatura", al entender que es una propuesta ilógica.

A su juicio, dicha propuesta equivaldría a que "en unas elecciones generales primero se votase un programa electoral y después los partidos que lo van a llevar a cabo", lo que podría provocar que, por ejemplo, Mariano Rajoy fuese presidente pero se viese obligado a poner en marcha el programa de Podemos, algo que "sería como mínimo un poco raro". Una línea argumental similar a la que han utilizado Iglesias y sus colaboradores más estrechos durante esta abrupta semana para el partido de los círculos. 

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