Iglesias y Errejón tratan de calmar la división interna. Con tono conciliador se han dirigido a la militancia, revuelta la noche del viernes tras el manifiesto de los afines del secretario político contra el 'congreso a la carta' que planeaba el líder de la formación morada. Las caras visibles de Podemos pretenden cuidar el debate de propuestas y ponerle límite, evitando que se convierta en un arma de doble filo que rasgue las costuras de los propios círculos.
Con Vistalegre II a la vuelta de la esquina, Pablo Iglesias avanzó que, aunque vayan a decidir los inscritos, prefiere una votación única en la que no haya que elegir por separado caras y propuestas. Esto motivó el revés errejonista, que impulsó un manifiesto pidiendo justo lo contrario: primero documentos y luego rostros.
Así murió la semana, pero Iglesias y Errejón, más y cuando este sábado se presenta una iniciativa anticapitalista -que deben definir su papel de cara a la Asamblea- y hay previsto un mitin del número dos del partido en Palma, han utilizado sus cuentas de Twitter para mostrar unidad y tapar grietas.
Iglesias, aprovechando una entrevista concedida a Cuarto Poder, ha pedido que "todos se respeten en el debate".
Errejón, por su parte, ha llamado a aparcar las peleas para centrarse en el debate de ideas, dejando clara su postura una vez más: propuestas antes que rostros.
Las tesis de Pablo Iglesias, respaldadas por el secretario de Organización, Pablo Echenique, pasan por obligar a Errejón: si en Vistalegre II se vota una sola vez, el secretario político deberá presentar una candidatura alternativa para que su concepción de partido tenga protagonismo en el nuevo Podemos.
Por contra, si se vota en dos ocasiones, primero documentos y luego ideas, podría ganar la primera votación y no presentarse como candidato a la secretaría general. Ganaría peso en el partido, pero sin enfrentarse directamente a Iglesias. Algo parecido a lo que ocurrió en Madrid. El candidato pablista, Ramón Espinar, se hizo con la victoria, pero tendrá que trabajar en base a las propuestas errejonistas, ganadoras en la primera fase.