Los ultraderechistas de Hogar Social Madrid han vuelto a okupar. El colectivo se ha hecho esta vez con un palacete situado en el número 107 de la calle Velázquez. La construcción fue propiedad del ministerio de Defensa, aunque se encuentra en estado de abandono. En su origen, fue un donativo a Millán Astray, fundador de la Legión, pero años más tarde, con la llegada de la democracia, se traspasó a Defensa.
En la balconada de más altura, los activistas ya han colocado su bandera y atribuyen su último movimiento a "una reivindicación por aquellos héroes olvidados que lo dieron todo por este país y que han sido olvidados por el Estado".
En líneas más concretas, se refieren a la ley de tropa y marinería profesional, que "expulsa del ejército a los soldados y cabos no permanentes una vez cumplen 45 años, tras toda una vida de servicio a España y haber arriesgado su vida". "No se están cumpliendo las medidas de reinserción que prometieron", espetan sus portavoces.
Este colectivo de filias neonazis, conocido por repartir comida a los necesitados siempre y cuando sean españoles, vuelve así a hacerse con una sede tras haber sido desalojado varias veces a lo largo de 2014 y 2015.
El pasado mes de noviembre, tras uno de sus últimos desalojos, atacaron la mezquita de la M-30 con botes de humo y bengalas. Promocionaron la agresión asegurando que "el lugar se trata de un foco de captación de terroristas".