"¿Qué pasa? ¿Te gusta el mensaje?", pregunta el conserje señalando la fachada de la iglesia de San Fermín de los Navarros, un templo por el que vela desde hace casi diez años. Apunta a una placa lisa, gris y cuadradota, que reza: "Pueblos de Navarra, espíritu de España, sois la flor de nuestras costumbres, sois el hálito de España en los momentos del Alzamiento nacional, la sangre de vuestros héroes, el espíritu de vuestra plaza, la generosidad de vuestras madres quedará grabada en mi corazón". La retahíla sigue con algunos versos más. Son palabras de Francisco Franco en Pamplona, en plena guerra. A unos metros, otro 'cartel' recoge los nombres de los "mártires inmolados por la santa casa de la religión y la patria".
En la verja que separa la construcción del paseo Eduardo Dato, la Comunidad de Madrid anuncia mediante un cartel que ha sufragado con más de 53.000 euros la restauración de este edificio de estilo neomudéjar levantado alrededor de 1890. Una partida que supone el 22,8% del coste total de la obra. "Las tejas estaban podridas, algunas vigas también... La reparación era urgente", insiste este hombre de forro polar abierto, polo blanco y verbo fácil. La Federación de Foros por la Memoria Histórica ha cargado contra Cristina Cifuentes por cuidar una fachada con este significado. "Es una amoralidad, están pagándolo con el dinero de los madrileños, incluidos los hijos y nietos de los asesinados por la Dictadura", relata a este periódico su presidente, Arturo Peinado.
EL ESPAÑOL se ha puesto en contacto con la Comunidad de Madrid. Un portavoz explica que la inversión se debe al carácter Bien de Interés Cultural del edificio, dictaminado en 1995. "Cuando se trata de restaurar un BIC no se entra en cuestiones ideológicas. Además, el edificio es privado y nosotros no tenemos la competencia para retirar esas placas".
Por último, añade que el estado de San Fermín de los Navarros era muy delicado y que no sólo peligraba el patrimonio: "El peligro era público, también para los ciudadanos".
La Comunidad: "Invertimos porque es un BIC"
"Paseaba un día con mi chica y me fijé en las obras. Vi las placas bajo las mallas, ocultas tras el andamio. Al percatarme del patrocinio de la Comunidad, pensé que aprovecharían para borrar las inscripciones, pero todo lo contrario", critica. Peinado, antes de zanjar su conversación con este diario, reclama explicaciones a Cifuentes.
San Fermín de los Navarros es propiedad de la Real Congregación del mismo nombre, y no de la Diócesis. Con este pretexto, el Arzobispado de Madrid explica que no puede pedir la retirada de los símbolos: "Sólo hacemos un uso espiritual del templo, no es nuestro y no podemos pedir nada, es una situación que no se ha planteado".
Al pasar la verja, un par de edificios franquean la iglesia. A la derecha, las oficinas de la Congregación. A la izquierda, un lugar compartido por Cáritas y varios franciscanos. "Los sacerdotes pagan una renta a la Congregación para poder estar aquí y dar misa", explica una voluntaria al pie de las escaleras hacia la una y media de la tarde. El padre Samuel, en una conversación telefónica posible gracias a esta mujer, rechaza hacer declaraciones: "No es buen momento, de verdad". ¿Pero les incomodan las placas? ¿Alguna vez han pedido a la Congregación que las retire? "Nunca hemos pedido nada", se despide.
Amalio de Marichalar
Un patio con algo de vegetación rodea las paredes de San Fermín de los Navarros, que cada primera semana de julio asegura su hueco en la sección de Cultura de los periódicos. La Congregación lanza el chupinazo, reparte chistorra de Arbizu y brinda con vino tinto, como si Pamplona pudiera coger el tren hasta Madrid.
Al ser el edificio privado, más allá de las presiones, sólo la Congregación podría borrar de la fachada los alientos guerracivilistas de Franco. La mayor autoridad de esta organización -aunque simbólica- fundada a finales del siglo XVII es el rey, que ostenta la prefectura. Quien manda en la práctica es su viceprefecto, Amalio de Marichalar, hermano de Jaime, el exesposo de la infanta Elena, y conde de Ripalda.
"No nos hemos planteado quitarlas"
"De momento nadie se ha dirigido a nosotros", empieza sorprendido. "Creo que estas cosas se sacan de contexto, todo es una cuestión de respeto...". Preguntado por la aportación de la Comunidad, Marichalar arguye el carácter de Bien de Interés Cultural (BIC) del edificio y que la mayor parte del dinero es fruto de la donación particular. ¿Entiende que la gente pueda sentirse ofendida por el contenido de estas placas? "No creo que nadie lo sienta así", responde.
¿Se ha planteado retirarlas?
"En lo personal, la verdad es que no. Cuando llegué por primera vez ya estaban ahí. No, no me lo he planteado".
El día del "Cara al sol"
El 20 de noviembre de 2015, San Fermín de los Navarros fue noticia, pero sin chupinazo de por medio. El templo acogió una misa en honor a Francisco Franco y decenas de asistentes cantaron el 'Cara al sol' y lanzaron vivas al dictador.
La Real Congregación, también en boca de Amalio de Marichalar, se desmarca de lo sucedido y lamenta los cánticos de aquella noche: "No tuvimos nada que ver con eso. Se nos pidió alojar una misa por el alma de una persona y lo aceptamos, pero se nos ocultó lo que vendría después".
Pero ustedes sabían que la misa era por Franco.
"Sí, pero entendimos que era a título particular, lo de los cánticos y la exaltación no lo supimos hasta que ocurrió. También tengo que decir que antes de que se celebrara puse todos los medios para que tampoco se celebrara la misa, pero así fue".
¿Qué dice el arzobispado? "Se puede pedir una misa por quien sea, pero nos oponemos a la exaltación que hubo, no lo previmos".