La relación entre el Gobierno madrileño del PP y Elena González-Moñux está rota. Cristina Cifuentes no la ha llamado desde que la diputada denunciara por acoso al portavoz de su grupo, Enrique Ossorio. En los últimos días, se retiraron sus pertenencias del despacho y ella delegó en su abogado las conversaciones con sus compañeros. Silencio en ambos frentes.
Entre este mes y el que viene, la presidenta de la Comunidad de Madrid pretende aprobar los presupuestos, un trámite que no tenía carácter de desafío dado el apoyo de Ciudadanos. Pero el caso ha llegado a los tribunales y el abogado de Moñux reitera que su defendida no irá a votar. "Está fatal y el psiquiatra aconseja que no haga nada que tenga que ver con el trabajo". En esta tesitura, el Gobierno de Cifuentes admite que no es descabellado que tenga que prorrogar los presupuestos, aunque antes de eso jugaría una última carta: "Buscar el apoyo del PSOE, ¿por qué no?".
"No le podemos obligar a que vote"
El informe de la Fiscalía, recién publicado, insta al Tribunal Superior de Justicia de Madrid que archive el escrito de Moñux, pero la diputada no se resigna y confía en que el juez le dé la razón. "Demuestran no tener ni idea, no me lo puedo creer", dice su abogado, José María Garzón, a este periódico.
El desencuentro entre el Gobierno regional y González-Moñux se ha tornado abismo. "El acta es suya y no le podemos obligar a que venga a votar", reconocen en el grupo parlamentario popular. Hasta ahora, el letrado de la diputada se refería a su baja médica por depresión para argumentar que no asistiría a la Asamblea los días de pleno, pero la aprobación del voto telemático es casi una realidad. "Así podría hacerlo desde casa", dicen en el PP. "Tampoco sería bueno, de verdad, no le conviene tener relación con sus temas de trabajo", contesta Garzón.
"Buscaríamos apoyos parlamentarios"
Por el momento, cualquiera de estas realidades terminaría con la suma de PP y Ciudadanos -sin Moñux- empatando en la Cámara con los también 64 escaños que aunarían PSOE y Podemos. "Son cábalas e hipótesis porque no sabemos qué va a pasar, pero los presupuestos son la ley más importante. Prorrogarlos no sería un desastre porque los del año pasado fueron buenos, pero antes de hacerlo buscaríamos más apoyos parlamentarios", explica un portavoz del PP con la mirada puesta en la bancada socialista.
El reglamento de la Asamblea de Madrid estipula que cualquier propuesta queda rechazada cuando se produce un empate por tercera vez consecutiva, lo que -vista la actitud de Moñux- frustra las iniciativas del PP en el pleno.
Decidirá el juez
Poco después de conocerse la denuncia y de que la diputada presentara su baja en la Asamblea, el vicepresidente del Gobierno regional y mano derecha de Cifuentes, Ángel Garrido, llamó a Moñux a su despacho para pedirle que fuera a votar. Y así lo hizo. "Se preocuparon más por la política que por mi salud. Pero así demostré que con esto no pretendo hacer daño a mi partido", dijo la parlamentaria al respecto en una entrevista con este periódico.
Este miércoles, los abogados de Ossorio y Moñux se ven las caras en el acto de conciliación, un trámite que, consultadas las partes, no llevará a ningún sitio y dejará la decisión en manos del juez, que tendrá que decidir si ha habido o no acoso del portavoz a la diputada.