La vicepresidenta del Gobierno ha hecho un llamamiento al "sentido común" a los dirigentes políticos que quieren seguir adelante con el desafío catalán. Al finalizar el pleno, Soraya Sáenz de Santamaría ha aprovechado para intentar reconstruir los puentes que se han roto en los últimos días con la Generalitat y ha pedido a su presidente, Carles Puigdemont, "que sea consciente del respeto a la democracia. Porque el respeto a la ley es el respeto a la democracia". A su entender, "el diálogo no es una operación, es una convicción".
Sin desmentir si su Ejecutivo tiene en marcha
un plan para frenar el desafío independentista pero sin desvelar qué mecanismos pondría en marcha para evitar otra vez las urnas, Santamaría ha asegurado que el primer plan del Gobierno de Mariano Rajoy es "que impere la democracia, el sentido común y el respeto a la legalidad".
La 'número dos' del Ejecutivo, que mañana volverá a viajar a Barcelona, ha reconocido que su Gobierno está "abierto al diálogo" y "siempre lo vamos a estar, en el marco de la legalidad". Sin embargo, no ha querido pronunciarse sobre qué medida tomaría su Gobierno en el caso de que los políticos que quieren la independencia de Cataluña continúen con su hoja de ruta.
Preguntada directamente sobre si aplicaría el artículo 155 para quitar las competencias de la Generalitat a sus gobernantes, Santamaría ha sido rotunda: "Yo hago un llamamiento para que todas las instituciones cumplamos la ley. Si cada uno cumple su parte, será la mejor manera de responder a los ciudadanos".
Santamaría no habló sobre las detenciones a miembros de CDC que se han producido esta mañana. Sí lo ha hecho el ministro del Interior. Juan Ignacio Zoido ha querido enmarcar estas detenciones "dentro de un proceso judicial que está abierto". El ministro ha querido desvincular el caso con la espiral de tensión que se está viviendo en los últimos días. "Es un asunto que está en el juzgado de El Vendrell, nada tiene que ver con ninguna otra decisión de tipo político. Es una decisión judicial", zanjó.