De nada le ha servido a Hamid Ahmidan Hamut firmar los textos en los que se describe a sí mismo como una persona “pacífica” y rechaza los asesinatos yihadistas como los que le llevaron a él a prisión. Este condenado por los atentados del 11M saldrá de la cárcel el martes tras cumplir 13 años de condena, pero no se quedará en España. Según confirman a EL ESPAÑOL fuentes policiales y penitenciarias, la Policía Nacional le expulsará “inmediatamente” del territorio nacional, concretamente a Marruecos, su país de origen.
El apellido Ahmidan atesora un macabro pedigrí terrorista. Hamid es primo de Jamal Ahmidan, alias ‘El Chino’, el cabecilla de la célula islamista que colocó las bombas en los trenes de Madrid en 2004. ‘El Chino’ y otros terroristas implicados se inmolaron un mes después en el piso de Leganés. Además tiene otro primo llamado Rachid que también cumple condena en Marruecos por terrorismo y tráfico de drogas.
Hombre de confianza de 'El Chino'
Hamid fue condenado a un total de 23 años de cárcel por la Audiencia Nacional, pena que el Tribunal Supremo rebajó después a trece. Era una persona de la máxima confianza de su primo y su participación fue clave en varios episodios esenciales del mayor atentado terrorista de la Historia de Europa: se encargó de vigilar la finca de Morata de Tajuña y preparar el escondite en el que se escondió el explosivo usado en el atentado.
Su orden de expulsión de España estaba firmada desde el 22 de septiembre del 2010 por la Subdelegación de Gobierno de Pontevedra, aunque este preso ha agotado sus últimos días de condena en la cárcel asturiana de Villabona. Le será aplicado el artículo 57 de la Ley de Extranjería: “constituirá causa de expulsión, previa tramitación del correspondiente expediente, que el extranjero haya sido condenado, dentro o fuera de España, por una conducta dolosa que constituya en nuestro país delito sancionado con pena privativa de libertad superior a un año, salvo que los antecedentes penales hubieran sido cancelados”.
Su papel en el 11M
Según los hechos probados de la sentencia del 11M, entre enero y febrero de 2004, “con el objeto de ocultar la dinamita u otros objetos o sustancias prohibidas”, Hamid Ahmidan hizo un agujero en el suelo de un cobertizo que había junto a la casa (de Morata de Tajuña), lo forró con planchas de un material aislante sintético y lo tapó “de forma que no era fácilmente distinguible del resto del suelo del habitáculo”.
En los últimos años Hamid Ahmidan había manifestado su rechazo a la violencia yihadista a través de dos cartas que desveló EL ESPAÑOL. “Estoy en contra de los hechos ocurridos actualmente en Siria y en todas las partes del mundo donde se está matando a víctimas inocentes por motivos religiosos”. Su repulsa pública al islamismo le sirvió el año pasado para acceder al segundo grado penitenciario y dejar el aislamiento en el que ha penado la mayoría de su condena. Pero no llegó a gozar de permisos de salida de la cárcel. Este 21 de marzo saldrá de definitivamente de prisión y será expulsado a Marruecos.