El Parlamento Vasco ha aprobado este jueves una resolución de apoyo al desarme de ETA suscrita por todos los grupos del arco parlamentario, salvo el PP, que ha tildado el pronunciamiento de la Cámara de “humillación” y “disparate democrático”, mientras abogaba por mantener “las convicciones y la dignidad”. Su presidente, Alfonso Alonso, ha lamentado que el legislativo autonómico colabore en “camuflar” la derrota de ETA y ha advertido de que “el desarme social” de la banda todavía “no ha terminado”.
El acuerdo obedece a una iniciativa de PNV y PSE-EE, socios del Gobierno vasco de coalición, en la que se inspiró el manifiesto suscrito este miércoles por la mayoría de partidos y sindicatos. En su presentación en Bilbao los firmantes compartieron escenario con el líder de EH-Bildu, Arnaldo Otegi. La imagen proyectada fue calificada como “la foto de la vergüenza” por el PP.
En el texto acordado por la Cámara se “insta” a ETA a realizar “un único acto de desarme unilateral, completo, definitivo y verificado”, se reconoce el papel de los intermediarios vascofranceses y la Comisión Nacional de Verificación, se avala la implicación del Ejecutivo vasco y se solicita a los Gobiernos español y francés que coadyuven a la culminación de proceso.
“MATAN LAS IDEAS”
El PP, el único grupo que se ha opuesto, ha sido muy crítico con ese contenido. Su presidente, Alfonso Alonso, ha considerado “humillante” que el Parlamento se dirija “en pie de igualdad” a una organización terrorista, como si fuera un agente político, y ha advertido de que los verificadores de la entrega de las armas son las fuerzas policiales y los jueces.
Por el contrario, ha mantenido que la declaración parlamentaria debería “exigir” a ETA su disolución y el reconocimiento del daño causado, así como que pida perdón y colabore en el esclarecimiento de los crímenes sin resolver.
Alonso ha añadido que el Parlamento tendría que ser capaz de condenar no sólo el uso pasado de la violencia sino “la raíz ilegítima perversa de la ideología” que la sostenía.
Ha advertido que al final lo que mata es la “idea, la voluntad política de imponer un proyecto totalitario y de eliminar físicamente al adversario”. “Eso es lo que mató y eso es lo que nosotros todavía tenemos que derrotar”, ha explicado.
El dirigente popular ha hecho suyos los postulados del documento presentado dos horas antes en San Sebastián en el que intelectuales y víctimas del terrorismo reclaman un final de ETA sin impunidad. Lo ha asumido como un “manifiesto por la dignidad” y se ha preguntado la razón de que el Parlamento, en vez de representar ese sentimiento “mayoritario” en la sociedad vasca, cometa el “disparate democrático” de “hacerse eco de la propaganda” con la que ETA quiere “camuflar” su derrota.
Sin citar a ningún partido ha mencionado el “cálculo político” y ha dejado en el aire la respuesta del precio que se está dispuesto a pagar para “rescatar” a quienes aún prestan cobertura a las ideas de ETA, en alusión a los 18 parlamentarios de EH Bildu.
Finalmente ha hecho alusión a la imagen casi unitaria de apoyo al desarme en la que participó el “terrorista confeso”, Arnaldo Otegi. Alonso ha aludido a la “satisfacción” del portavoz abertzale por haber logrado establecer “un cordón sanitario “ en torno al PP, pero ha negado el aislamiento de su partido. Según su presidente, la formación siente el respaldo de “la mayoría social” y está convencida de que las generaciones futuras se identificarán con quienes sean capaces de mantener sus “convicciones” y su ·dignidad”.
PROTAGONISMO DE LAS VÍCTIMAS
A la foto junto a Otegi se ha referido también el portavoz del PSE-EE, José Antonio Pastor, aunque en su caso para lamentar la ausencia del PP y rebatir que el resto de partidos se haya sumado a los planteamientos de EH Bildu. “Es al revés; es el señor Otegi el que ha ido a compartir una posición con el resto de fuerzas políticas “, ha precisado.
El portavoz socialista ha recordado que su partido estaba en el Gobierno vasco cuando ETA dejó de matar y justificado su actual implicación desde el Ejecutivo de Urkullu para que la banda “deje las armas en el único lugar donde la ley lo prevé”.
Pastor ha subrayado el protagonismo que deben tener las víctimas del terrorismo y presentado la entrega de las armas como “una nueva reparación”. “Queremos que se abra una ventana para que de esas armas se puedan extraer datos que aclaren asesinatos sin resolver y que sus familias puedan cerrar su duelo”, ha expresado.
“ORGANIZACIÓN INOCUA”
Julen Arzuaga, de EH Bildu, se ha apresurado a rebajar pronto estas expectativas, recordando que la incautación de armas en operativos policiales tampoco ha servido para esclarecer atentados. Ha hecho suyas las palabras de un experto en resolución de conflictos sobre “lo incomprensible de pretender represalias ante quien voluntariamente se está desarmando”. En su opinión no se está buscando conocer “la verdad”, sino que prevalece la “venganza” y la actitud de “imponer un castigo”.
Ha afirmado que este sábado ETA pasará a ser “una organización inocua” y defendido su desarme como una “aportación importantísima” para la paz y la convivencia.
“EN DEUDA” CON LOS CIUDADANOS
El portavoz de la coalición aberztale ha criticado que se pretenda “ridiculizar” el desarme de ETA, mientras desde PNV, PSE-EE y Podemos se ha insistido en que no hay nada que agradecer a la banda terrorista y que es ella la que está “en deuda” con los ciudadanos.
Joseba Egibar (PNV) ha destacado que ETA no fue creada por Euskal Herria y que es ella la que debería “pedir perdón” al pueblo vasco, aunque ha mantenido que “tomar las armas es más fácil que abandonarlas”. “Dejarlas no es nada anecdótico “, ha subrayado.
Por último, desde Podemos Lander Martínez ha incidido en que el protagonismo no puede recaer en las armas sino en las víctimas, ha lamentado que la disputa por el relato de lo acontencido en Euskadi haya retrasado el desarme de ETA y ha llamado a seguir trabajando para acabar con esa “violencia más sutil” que aún persiste y dificulta la convivencia.