De cada seis avales socialistas recogidos en Cataluña por los aspirantes a liderar el PSOE mejor posicionados, cinco llevaban el nombre de Pedro Sánchez y tan sólo uno el de Susana Díaz. Un feudo del que, sin dudas, se ha apoderado el derrocado exsecretario general socialista -pese a no contar con el apoyo del aparato político- y cuyo ‘reinado’ quiere recuperar la presidenta andaluza, quien ha asegurado que se “dejará la piel” en Cataluña para que “compañeros del PSC” conozcan su proyecto antes de acudir a las urnas el próximo 21 de mayo. Unas intenciones que contrastan con el optimismo de Sánchez, que ve la diferencia de avales (59.000 frente a 53.000) como “dos triples al principio del segundo tiempo”. El cambio de roles está servido.
Pedro Sánchez quiso iniciar la segunda parte del partido de las primarias a la Secretaría General del PSOE sacando pecho. El descanso de este encuentro ha servido para conocer que, si bien Susana Díaz logró más avales que Sánchez, la diferencia entre candidatos es tan mínima que todavía queda mucho partido por jugar. Así, este sábado, Sánchez hizo suyo el pabellón Carrus de Elche, completamente abarrotado, y volvió a echar a rodar el balón en un terreno que muchos ya daban por más que ganado: “Hace unos días alguno y alguna vio que había partido, que no estaba la cosa ganada”. “59.000 [por los avales entregados en Ferraz por el equipo de Díaz] contra 53.000 [por los reunidos por su equipo]. 59 contra 53. Eso son dos triples que vamos a meter al principio del segundo tiempo”, presumió Sánchez.
Los lanzamientos contra la canasta de Susana Díaz no cesaron durante todo el acto celebrado este sábado. El exsecretario general socialista explicó -de nuevo- que su candidatura quiere conseguir un partido donde militantes de base se sientan tan importantes como los dirigentes. “Estamos ante un nuevo PSOE y hay algunos que no lo entienden, porque estamos dejando atrás el PSOE de cuatro o cinco por el PSOE de la militancia”, dijo en clara referencia a Díaz y su candidatura, que cuenta con el respaldo -sin fisuras- del aparato socialista.
Un aparato que sin embargo no le ha servido -al menos hasta el momento- para cosechar los resultados esperados. La primera prueba de fuego -la de los avales- se saldó con una pequeña diferencia en números totales pero también ha puesto en evidencia los serios problemas que la líder del PSOE andaluz puede tener en territorios históricos, que han sido copados por Sánchez.
Es el caso de Cataluña. Díaz no logró en la tierra del PSC llegar a la irrisoria cifra de mil avales. Se ha tenido que conformar con 974 frente a los 6.058 obtenidos por Sánchez. Por eso, no es casualidad que la aspirante a ser la primera mujer en liderar a los socialistas eligiese el inicio de su segundo tiempo en tierras catalanas. Allí ha iniciado este sábado un tour que comenzó con un acto con militantes en Sant Boi de Llobregat. Se paró ante los periodistas -preguntas incluidas pese al recelo que tiene para contestar a preguntas de la prensa- y avanzó que se “dejará la piel para que muchos compañeros conozcan el proyecto, se impliquen, ayuden y colaboren”. “Como partimos de un resultado en avales inferior (en Cataluña), tenemos mucho terreno por delante por ganar, y estoy segura que así será”, reconoció la candidata.
Donde también tendrá “mucho terreno por delante por ganar” será en otras regiones donde también partía como favorita antes de conocer el resultado de los avales, ya que los barones territoriales no habían tenido reparos en mostrar su respaldo a la andaluza. Es el caso de Asturias -liderada por el presidente de la Gestora-, Valencia, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla y León, Galicia, La Rioja, Navarra y País Vasco y Melilla donde Sánchez se ha impuesto con margen a Díaz.
Madina: “Convendría no falsear los hechos”
Otro ‘jugador’ ya conocido en los partidos de primarias entró este sábado al terreno de juego junto al equipo de Díaz. El diputado socialista Eduardo Madina utilizó su cuenta de Twitter para recordar que Pedro Sánchez dimitió como secretario general “por perder una votación para un Congreso planificado a su medida y a celebrar en veinte días”. “Convendría no falsear los hechos”, advirtió.
Una frase en respuesta a un militante de Andalucía que ha retuiteado un mensaje en el que Pedro Sánchez pide que “sea la última vez que un secretario general tenga que dimitir por cumplir con la palabra dada”.