Otra más. El Gobierno de Manuela Carmena sigue encontrando irregulares en la gestión de Madrid Calle 30, empezada y diseñada por los Ejecutivos que la precedieron. El Consejo de Administración celebrado esta semana ha aprobado una sanción de 375.000 euros para las constructoras que trabajan en el mantenimiento de la infraestructura, en concreto EMESA -sociedad que incluye a Ferrovial y Dragados-.
Fuentes municipales aseguran que estas empresas cobraron 2,7 millones de euros por la instalación y el mantenimiento de un telecontrol del alumbrado a cielo abierto, un trabajo que no se ha llevado a cabo. Esta multa se suma a otras tres aprobadas anteriormente.
El contrato que suscribió el Consistorio con estas sociedades contempla la imposición de sanciones siempre que no se cumpla con lo firmado.
Esta última multa, referente al telecontrol del alumbrado a cielo abierto, responde a una partida contemplada en 2007, pero los trabajos de instalación de este sistema, que no comenzaron hasta noviembre de 2016, no tienen que ver con las condiciones contractuales que se firmaron.
El resto de castigos impuestos anteriormente penalizaron la inspección, el mantenimiento y el inventariado de los apoyos del bypass, la falta de instalación de una red wifi y de otra de comunicación PDH.
Comisión de investigación
El próximo martes 6 de junio tendrá lugar la primera sesión de la Comisión no permanente de Investigación creada por acuerdo plenario en febrero de este año para aclarar la situación económica financiera de Calle 30 y su incidencia sobre las cuentas del Ayuntamiento. Contará con la participación de los cuatro grupos municipales.
La sesión estará centrada en la ejecución de las obras: proyectos, impacto ambiental, afección a los vecinos durante los trabajos, plazos de ejecución y presupuestos, deficiencias, constitución inicial de la sociedad y justificación económica del modelo elegido.
Madrid Calle 30 en datos y cifras
Madrid Calle 30 está participada por el Ayuntamiento, que tiene el 80% del capital, y por un socio privado, EMESA, que cuenta con el 20% restante. Se creó en 2004 y, a finales de ese año, el pleno del Ayuntamiento acordó modificar la forma de gestión del servicio, que pasaba de directa a indirecta a través de una sociedad de economía mixta.
En agosto de 2005 se adjudicó el concurso a favor de EMESA. Tras la concesión quedó establecido el modelo económico-financiero que había que cumplir durante la vida del proyecto, hasta el año 2040.
El Ayuntamiento destina anualmente alrededor de 140 millones de euros a Madrid Calle 30 (única fuente anual de ingresos de la sociedad), de los cuales solo unos 28 están consignados al mantenimiento y explotación de la infraestructura. El resto va al pago de intereses de la deuda, reparto de dividendos al socio privado, pago de IVA e impuestos de sociedades, si bien una porción revierte en el reparto de dividendos al Ayuntamiento de Madrid.
La sociedad se fundó inicialmente para construir los túneles de la M-30, de forma que el coste de estas grandes obras no computaron como deuda municipal. El objeto social y la actividad principal incluyen la gestión, explotación y mantenimiento, además de las obras de reforma y mejora de la vía de circunvalación M-30 y sus infraestructuras y espacios relacionados.