Pedro Sánchez hizo campaña para liderar su partido con el "no es no" como bandera como protesta frente a la abstención del PSOE, decidida contra su voluntad, que reeligió a Mariano Rajoy en presidente del Gobierno. En menos de dos semanas, el líder electo del PSOE será el responsable de otras dos abstenciones que favorecen la continuidad del PP, tanto en la Comunidad de Madrid como en el Congreso de los Diputados.
EL PSOE se abstendrá en las dos mociones de censura que Podemos ha presentado para tratar de desbancar a Cristina Cifuentes, presidenta de la Comunidad de Madrid, y Rajoy, jefe del Ejecutivo central. La primera abstención ha sido ya anunciada y un voto a favor de la iniciativa de Podemos no serviría para desalojar del poder a Cifuentes, ya que requiere la mayoría absoluta, en manos del PP y Ciudadanos, que rechazan la moción.
Pero en el caso del Congreso de los Diputados, un voto a favor podría animar a otros grupos, hasta ahora reticentes, a apoyarla. En ambos casos, el PSOE cree que Podemos ha presentado la moción para dañarles más a ellos, tratando de hacerlos cómplices de la corrupción del PP, que contra unos líderes populares seguros de seguir en sus puestos. Según el portavoz socialista en la Asamblea madrileña, Ángel Gabilondo, el objetivo de Pablo Iglesias es poner en un "apuro" a los socialistas.
Lo mismo piensa el PSOE en el Congreso. El próximo martes, el nuevo portavoz parlamentario, José Luis Ábalos, será el encargado de defender la abstención del PSOE. La decisión no ha sido tomada por el grupo parlamentario, pero la asumirá en los próximos días, según fuentes cercanas a Sánchez, que reconocen que no pueden rechazarla y votar lo mismo que el PP, pero tampoco votar a favor de que Pablo Iglesias se convierta en presidente del Gobierno. Ni las formas ni la aritmética es del agrado de Sánchez, que en octubre defendía un Gobierno alternativo para el que daban los números, según él, y ahora lo rechaza.
La estrategia del PSOE será "centrar mucho el debate en la censura a Rajoy", explican fuentes socialistas. "Eso es lo que compartimos con Podemos: el rechazo a la corrupción del PP y sus políticas económicas". El PSOE tratará de frenar los reproches que espera de Iglesias e Irene Montero, la portavoz morada, que seguramente pedirán cuentas a los de Sánchez por ponerse de perfil. Pero los socialistas no se centrarán en atacar directamente a Iglesias, algo que creen contraproducente, ya que comparten electorado.
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