La dirección de Podemos tiene un problema. La corriente de Anticapitalistas, el sector más a la izquierda del partido morado, se está alejando poco a poco de Pablo Iglesias. Las relaciones entre los anticapis se está agrietando por la postura oficial del partido de los círculos sobre el referéndum de Cataluña, el acercamiento al PSOE, con el pacto en Castilla-La Mancha como principal ejemplo, o la elaboración de las listas electorales en Madrid.
Los anticapis -así se les conoce internamente- están que trinan. Para empezar, este sector liderado por la secretaria general en Andalucía, Teresa Rodríguez, y por el eurodiputado Miguel Urbán sí respalda el referéndum de Cataluña del 1 de octubre sin ambages. Algo que entronca, además, con el grave problema interno que tiene Iglesias con Podem, la ramificación catalana del partido morado.
Grave problema en Cataluña
No es un secreto en Podemos que el líder de Podem, Albano Dante Fachín, está enfrentado a las tesis de la dirección nacional que encabeza Iglesias. De hecho, él mismo respalda la participación en el referéndum separatista en Cataluña. La coincidencia entre Dante Fachín y los anticapis no es casual ni nueva, porque en el partido morado muchos destacan la estrecha relación entre el líder de Podem y el eurodiputado Urbán.
Este problema para Iglesias en Cataluña va más allá del referéndum. Porque el secretario general de Podemos ha llegado a pedir, a través de Pablo Echenique, que se celebre una consulta que incluya la postura de Podem sobre el hipotético pacto con los comunes de Ada Colau. Dante Fachín ya se rebeló frente a Iglesias por este asunto y todavía no ha dado su brazo a torcer.
La relación con el PSOE
A los anticapis tampoco les gusta que la dirección de Podemos se esté acercando al PSOE de Pedro Sánchez. El sector más a la izquierda del partido morado ve con preocupación el acercamiento de Iglesias al PSOE. Teresa Rodríguez, Miguel Urbán y los suyos siempre señalan a los socialistas como enemigos políticos, como una fuerza más del régimen a la que hay que combatir. No apuestan por pactar con ellos.
Iglesias defendió una tesis parecida en Vistalegre II. Sin embargo, se está acercando a Sánchez sobremanera tras el triunfo de este último en el cónclave del PSOE. Tanto es así que hasta en Castilla-La Mancha Podemos puede entrar en el gobierno de Emiliano García-Page.
Los anticapitalistas, que representan una parte importante del partido en Castilla-La Mancha, se niegan a esta opción. Por ejemplo, Urbán ha llegado a decir que "Podemos no debe ser muleta del social-liberalismo del partido de Page". Y, de hecho, habrá una consulta a los inscritos en Castilla-La Mancha que se prevé de resultado incierto.
Y las listas en Madrid
Hay otra batalla, aunque más soterrada, que están librando desde Anticapitalistas por su desacuerdo frente a la dirección nacional de Podemos. Se trata de la compleja elaboración de las listas electorales en Madrid (capital y comunidad) para 2019. El expediente de Podemos a una serie de concejales de Ahora Madrid por no donar parte de su sueldo no ha gustado entre los anticapis.
Algunas decisiones de Ramón Espinar, secretario general de Podemos en Madrid, tampoco han gustado a los anticapitalistas. Esta corriente también vio con disgusto el pacto tácito entre Iglesias e Íñigo Errejón tras Vistalegre II para que este último sea candidato en 2019.
Se trata, en suma, de diversos asuntos de fondo y forma. Los anticapis quieren marcar su perfil propio. Y no piensan callarse frente a la dirección. Pero Iglesias y los suyos saben que en la última Asamblea Ciudadana quedó claro que este sector, aunque sea importante, solo supone un 10% de la formación.