Manuela Carmena cambiará el esqueleto de la ciudad antes de que muera la legislatura. Verde para cubrir el asfalto. Bicicletas en lugar de coches. Este miércoles, el Gobierno de Cibeles anunció la última medida de un plan de movilidad que ya copa las arterias principales de Madrid: prohibido el tráfico de paso en la Casa de Campo.
La restricción a los particulares en este parque completa un serial de intervenciones que alcanzará la Gran Vía, la calle Atocha o la Plaza de España. El PP lo ha llegado a calificar de "cruzada" contra el coche. Los concejales conservadores exprimieron el diccionario para alumbrar un sucedáneo de palabra con el que calificar a Carmena y a sus ediles: "Cochófobos". En Ciudadanos se muestran convencidos con el fondo, pero no con la forma: "La falta de previsión es terrible". De momento, el PSOE cierra filas con Ahora Madrid.
En un par de años, con las urnas a punto de volver a engullir votos, las intervenciones que a continuación se detallan habrán variado el esquema de Madrid. "Cochefobia" o "apuesta por la sostenibilidad", el centro de la capital se habrá blindado a la circulación como nunca antes lo había hecho.
La Casa de Campo: cerrada el 24 de julio
Según los cálculos del Ayuntamiento, 5.000 conductores atraviesan cada día la Casa de Campo a modo de atajo para incorporarse a la M-30 en dirección al norte. Para menguar las emisiones en pleno pulmón verde, se restringirá a partir de la madrugada del 24 al 25 de julio el túnel de las Moreras, nexo imprescindible.
Con esta medida, aunque no supone una prohibición absoluta, Ahora Madrid considera que reducirá casi en su totalidad el tráfico en el interior de este parque de más de 1.700 hectáreas, declarado Bien de Interés Cultural en 2010.
Gran Vía: las obras empiezan en enero de 2018
El cierre de la Gran Vía ya se fraguó en Navidad, suscitando filias y fobias, pocas opiniones de matiz. PP y Ciudadanos se echaron encima de Carmena, a la que acusaron de no haber ofrecido suficientes alternativas a los madrileños.
El Ejecutivo consistorial proyectó, finalmente, una semipeatonalización, que empezará a hacerse realidad el próximo enero. La velocidad de circulación se reducirá a los 30 kilómetros por hora y el acceso sólo se permitirá a los vecinos, además de al transporte público y a los vehículos de carga y descarga.
Entre Cibeles y Callao habrá cuatro carriles. El tramo comprendido entre este último y la Plaza de España aunará cinco en la pendiente de ascenso, para que las bicicletas dispongan de uno en exclusiva.
Plaza de España: "60.000 coches menos al día"
La nueva Plaza de España que conocerá Madrid es fruto de un proceso participativo. Decidió el 7% del censo, aunque el Gobierno de Carmena lo calificó un éxito. La propuesta ganadora coincide con el modelo que la alcaldesa quiere para la capital: más árboles y menos coches.
Los diseñadores del proyecto pronostican que la plaza acogerá 60.000 vehículos menos cada día. Se conectará con la Gran Vía mediante una explanada, se plantarán 1.000 árboles y se dará un hueco preferente a las magnolias y los olivos. La zona peatonal también será más amplia.
Calle Atocha: sólo un carril por cada sentido
La calle Atocha, en la franja que va desde la ronda de la estación hasta la plaza de Antón Martín, contará próximamente con sólo un carril por cada sentido.
Esta vía, una de las principales en cuanto al acceso al centro histórico, se vestirá de aparcamientos para bicicletas y también tendrá un carril para estos vehículos.
Calle Carretas: será peatonal
La calle Carretas es una de las vías más turísticas de Madrid, una pendiente que conecta la Puerta del Sol con la plaza Jacinto Benavente. De acera estrecha y mucho asfalto, dará un giro en línea con lo proyectado por Carmena.
Será absolutamente peatonal. De este modo, podría trazarse un sendero sin coches desde la calle Atocha hasta la Gran Vía, dejando atrás Carretas, Puerta del Sol y Montera, Preciados o El Carmen.
Galileo: el experimento más polémico
El pasado 12 de junio, Manuela Carmena decidió cerrar esta manzana al tráfico y la convirtió en una suerte de laboratorio capitalino contra el coche. Pasado un mes, decenas de vecinos, secundados por PP y Ciudadanos, reiteran que el proyecto no es viable y piden su reapertura.
El equipo de Gobierno ha anunciado que estudiará el asunto y no descarta dar marcha atrás.