Los atentados perpretados en Barcelona y en Cambrils (Tarragona), en los que murieron 14 personas, según el recuento provisional, han provocado una condena unánime de todos los partidos políticos. Pero, ¿cómo cristaliza esa repulsa?, ¿cómo se puede medir la unidad? El Gobierno ha convocado para este lunes una nueva reunión del Pacto Antiyihadista suscrito por nueve formaciones políticas que representan a una amplia mayoría de sensibilidades políticas. Partidos como PDeCAT y PNV, que no han acudido nunca, han anunciado que irán a la reunión.
El pacto fue impulsado por el líder de la oposición, Pedro Sánchez, después de los atentados contra la redacción de la revista satírica Charlie Hebdo, que dejaron 12 muertos en enero de 2015 en París y conmocionaron al mundo entero. Semanas después, Sánchez lo firmó con Mariano Rajoy en la Moncloa [puedes leer aquí el texto y aquí un resumen]. El texto es la continuación del Pacto Antiterrorista suscrito por el PP y el PSOE en el año 2000, cuando ETA estaba activa y mataba. Pero, sobre todo, es la actualización para su lucha contra el yihadismo, que apenas era considerada una amenaza a principios de siglo. El acuerdo fue después suscrito por Ciudadanos, UPyD y un puñado de partidos nacionalistas o regionales.
El pacto antiyihadista es ahora un asunto espinoso para Podemos. Hasta tres portavoces del partido fueron preguntados este viernes por si lo suscribirían, algo que también ha pedido a la formación morada Albert Rivera, líder de Ciudadanos. Pablo Iglesias respondió con brevedad asegurando que estarían "como siempre". Es decir, como observadores, no como miembros. Irene Montero, portavoz parlamentaria, y Rafael Mayoral, que acudirá el lunes a la reunión, eludieron explicar sus argumentos para no firmarlo, aunque este último ha dicho que "no han cambiado".
Podemos se vio entre la tesitura de exhibir un sensible mensaje de unidad y solidaridad en un momento en el que está fuera del consenso antiterrorista de las principales fuerzas de la cámara. Por eso ha tratado de escurrir el bulto.
"Hombro con hombro" en el pacto antiyihadista
Montero reivindicó que Podemos está en la unidad de las fuerzas políticas. ¿Acudirán al pacto?: "Por supuesto, allí estaremos, hombro con hombro. Nos encontrarán unidos, luchando frente al terrorismo, con esa unidad y esa fraternidad", dijo.
"Estamos en el pacto antiterrorista. Hemos estado siempre en esas reuniones. Vamos además con propuestas concretas que tienen que ver con cortar los flujos financieros al ISIS", dijo en una entrevista en Mañanas Cuatro. Luchar contra la financiación del Estado Islámico figura, precisamente, en el punto número uno del pacto que Podemos no ha suscrito.
En una entrevista en La Sexta, Mayoral aportó un argumento diferente. "Una de las bases de la democracia es tener la posibilidad de tener una sociedad plural", aseguró al ser preguntado por qué no firmaban el texto. Y el objetivo de los terroristas "es acabar con una sociedad democrática, plural y diversa". Por ese motivo, Podemos no piensa "ceder al chantaje de los terroristas".
Según él, el pacto "respondía a una situación política de otra época, de otro momento", a pesar de que tiene poco más de dos años de antigüedad y se firmó tras un ataque islamista.
"Renunciar a elementos garantistas"
Este viernes, Podemos no entró a explicar las razones para oponerse al pacto, que busca la máxima contundencia contra los terroristas, sus redes de financiación y adiestramiento, el uso que hace de las redes o los que promueven la radicalización.
Según aseguró Iglesias a finales de 2015, "de alguna manera supone renunciar a elementos garantistas del derecho penal español, como si eso fuera a servir para que un desalmado no se coloque un cinturón de explosivos". Según él, PP y PSOE querían "legislar en caliente" poniendo "el estómago por encima de la cabeza". Ahora, Podemos quiere trabajar "hombro con hombro", con propuestas del pacto... pero sin firmarlo.