Corría el mes de marzo de 1995 cuando el diario El Mundo publicó este titular a cinco columnas: "Aparecen los cadáveres de Lasa y Zabala tras haber sido torturados y enterrados en cal viva". Los restos de José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala, dos presuntos etarras, habían sido hallados en el cementerio de Busot (Alicante) diez años antes y por fin se revelaban sus identidades. Era uno de los crímenes perpetrados por los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL) durante la etapa de gobierno de Felipe González.
Aquella misma mañana, la entonces secretaria de Estado del Ministerio de Justicia e Interior, Margarita Robles, se desplazó al Palacio de la Moncloa. Y allí, desde el despacho del entonces portavoz del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, llamó al director de Comunicación de Justicia e Interior, el periodista Fernando López Agudín, para que publicase cuanto antes una nota de prensa sobre el asunto. "Date prisa que estos quieren taparlo", urgió Robles tras una discusión con Rubalcaba y otros fontaneros de Moncloa, más proclives a ocultar detalles del caso.
Dos declaraciones muy distintas
Tiempo después de aquella escena que consta en varios libros y que evidencia su actitud ante los GAL, Margarita Robles testificó ante el juez instructor Javier Gómez de Liaño en la Audiencia Nacional por el caso Lasa y Zabala. En concreto, el 26 de octubre de 1996 ella confirmó en sede judicial que la Guardia Civil había obstaculizado la investigación de aquel crimen de Estado.
Casi veintiún años después, este miércoles, la hoy portavoz parlamentaria del PSOE veía estupefacta cómo el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, equiparaba su reciente declaración como testigo en el caso Gürtel con aquel testimonio. El jefe del Ejecutivo llegaba a decir que "usted declaró cuando la Guardia Civil que usted dirigía entorpeció la investigación". Después de un desabrido rifirrafe en la tribuna, Robles comentaba a su entorno una frase que resume tanto su indignación como la diferencia entre ambos hechos: "Yo nunca le envié mensajes de apoyo al general Galindo".
Poco o nada tienen que ver ambas declaraciones de estos dos testigos en sede judicial. La diferencia más notoria es, básicamente, que Robles acusó a los culpables, como ella misma recordó este miércoles -"gracias a mi declaración fueron condenados algunos de los autores"-, mientras Rajoy se dedicó a echar balones fuera a base de negativas.
Las crónicas sobre el caso Lasa y Zabala atestiguan que la portavoz del PSOE sí señaló a quienes encubrieron el terrorismo de Estado. Por ejemplo, el 27 de octubre de 1996 El País titulaba un artículo así: "Margarita Robles confirma que la Guardia Civil obstaculizó la investigación del 'caso Lasa-Zabala".
De hecho, es de sobra conocido que la propia Robles y mandos de la Policía Nacional como el comisario Enrique de Federico fueron claves para destapar la información sobre este caso que una parte de la Benemérita intentó ocultar a toda costa. En cambio, Rajoy defendió durante años al extesorero del PP Luis Bárcenas, al que llegó a mandar sus célebres mensajes ("Luis, sé fuerte" o "hacemos lo que podemos") después de que se conociesen sus cuentas millonarias en Suiza.
Robles habla con su entorno
Teniendo en cuenta todo lo antedicho, no es extraño que Robles se irritase este miércoles cuando Rajoy se equiparó a ella por haber declarado ambos como testigos en la Audiencia Nacional. Así, según ha podido saber EL ESPAÑOL, la portavoz parlamentaria del PSOE comentó a sus colaboradores más cercanos que "la diferencia es que yo nunca envié mensajes de apoyo al general Galindo, como hizo Rajoy con Bárcenas".
Cuando a Galindo se le ascendió, yo me negué a acudir al acto en que le pusieron el fajín rojo de general
Además, Robles hizo hincapié en que "cuando a Galindo se le ascendió, yo me negué a acudir al acto en que le pusieron el fajín rojo de general". En suma, comentó a sus colaboradores, "la diferencia es que yo colaboré para esclarecer unos hechos en sede judicial mientras él no hizo lo propio". Por último, la portavoz parlamentaria recordó a su entorno que "conmigo en el Ministerio se acabaron las prácticas de los cobros de fondos reservados".
Otra diferencia sustancial entre Rajoy y Robles, entre Gürtel y el caso Lasa y Zabala, es que la corrupción del PP está aún en los tribunales. En cambio, el general Enrique Rodríguez Galindo y otros guardias civiles y responsables políticos fueron condenados en el año 2000 por el secuestro y asesinato de los dos presuntos etarras.