Marcel Haenen se ha vestido con una camiseta que luce la frase que escuchó del mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, justo antes de dejarle plantado en la rueda de prensa posterior a los atentados de Barcelona: "Bueno, pues molt bé, pues adiós". El periodista holandés abandonó la sala tras negarse el jefe de la Policía y los consejeros del Govern a dar toda la información en castellano. Estaban presentes corresponsales de decenas de países.
"Quiero mostrar mi amor por Trapero, es un pijama muy sexy", dice en conversación con este periódico. Haenen se muestra consciente del "gran sentido del humor" de los españoles y bromea para rebajar una tensión que poco tardó en explotar. Su nombre y la respuesta de Trapero invadieron Twitter.
Este periodista viajó a Barcelona como corresponsal del diario holandés NRC el mes pasado. En la Ciudad Condal ya trabajaba un compañero suyo, pero los atentados obligaron a su diario a doblar los recursos.
Políglota -domina seis idiomas-, se vio huérfano en rueda de prensa, cuando la máxima autoridad de los Mossos D'Esquadra, Josep Lluís Trapero, de la mano de tres consejeros del Govern, se puso a dar la información en catalán. Haenen pidió que se hiciera en castellano, "para que lo entendieran todos". Su ruego no fue atendido. Entonces, se levantó y se fue. Aunque Haenen reitera que volvería a hacerlo, no guarda rencor a Trapero.
Ya con severidad, Haenen expresa: "Volvería a hacerlo, aunque en realidad, no creo que pudiera". ¿Por qué? "No creo que me inviten a la rueda de prensa la próxima vez".
"Nadie entendió lo que hice"
"Nadie entendió lo que hice", explicó este periodista poco después del suceso. "[Las autoridades] comenzaron a contar uno por uno la historia en catalán, abrieron el turno de preguntas e invitaron a los periodistas catalanes a preguntar primero. Entonces me levanté, porque era muy fastidioso, y pregunté muy educadamente -o al menos, así lo intenté- si no era más práctico, más conveniente y lógico hacer la rueda de prensa en español para que todo el mundo la entendiera. Estábamos 200 o 300 periodistas de todo el mundo en la sala".
Haenen es originario de Heerlen -al sur de los Países Bajos-. "No se trata de que el catalán guste o disguste", reflexiona a modo de conclusión. "Lo siento, pero no hay mucha gente en Europa que no sea española y domine este idioma. No pasa nada. Mientras esto sea así, es conveniente que informen en castellano".