La escalada en el conflicto nacionalista ha generado cientos de fotografías en las que las banderas se cruzan, se envuelven unas a otras. Rojas y amarillas de lejos, nada tienen que ver de cerca. La estelada y la senyera comparten colores y arrojan significados opuestos, por no mencionar las abismales diferencias que las separan de otras parecidas, como la de la Comunidad Valenciana, las Islas Baleares o Aragón.
Las banderas que toman las calles de Cataluña.
Senyera, en catalán, significa bandera o estandarte de forma genérica, pero el término se asocia directamente al emblema de la Generalitat, igual que ocurre con la ikurriña en euskera.
A rayas, de color rojo y amarillo o dorado, también es la bandera de todos aquellos territorios que engrosaron la Corona de Aragón, entre ellos Valencia y Baleares. Fuera del país, Nápoles y Alguer (Cerdeña) también juegan con la senyera en sus respectivas enseñas.
La bandera aragonesa es igual que la catalana, pero con su propio escudo en el centro. En la de la Comunidad Valenciana, una franja azul y una corona en hilo dorado brillan en el lado del asta. Baleares ofrece, como distinción, un rectángulo morado con un castillo.
La batalla por el origen
¿Su origen? Existen muchas discrepancias. Los nacionalistas enarbolan la teoría más llamativa: el emperador franco Carlos "el Calvo" untó cuatro de sus dedos en la sangre de Wifredo el Velloso -fundador mítico de la patria catalana- y trazó cuatro rayas en un escudo dorado. Una leyenda que tomó cuerpo durante la Renaixença, en el siglo XIX.
La primera evidencia documental es de 1150, fruto de la integración de los condados catalanes en la Corona de Aragón. Aunque se descubrieron varias pinturas románicas con símbolos parecidos, que podrían probar un origen todavía anterior.
Existe cierta disputa entre catalanes y aragoneses por el protagonismo en la creación de la bandera, sin haberse impuesto ninguna de las versiones.
La estelada, invento reciente
La estelada es espoleada por los partidarios del independentismo. Es de nuevo cuño. Nació ya en el siglo XX, consecuencia de la unión de las cuatro barras tradicionales con una estrella blanca sobre fondo azul, a la izquierda.
La estrella, elemento distintivo, se inspira en las banderas de Cuba y Puerto Rico. A principios del siglo anterior, denotaba un especial enfrentamiento con el Estado español, fruto de las luchas coloniales.
Su creador, Vicenç Albert Ballester (1872-1938), fundó la revista La Tralla en 1903. Se le atribuyó el seudónimo VICIME, acrónimo de "Viva la independencia de Cataluña y muera España".
A veces se agitan distintas variantes de la estelada, que cambian de color la estrella. La más frecuente es la roja, que apuesta por una independencia socialista. La verde queda referida al ecologismo.