La aprobación del artículo 155 este sábado por el Consejo de Ministros para cesar a Puigdemont, su Govern y convocar elecciones en un plazo máximo de seis meses ha provocado las primeras fisuras en el seno del PSC. Mientras que desde la Ejecutiva general de los socialistas se apoya totalmente las actuación del Gobierno, varios alcaldes catalanes han manifestado su "más radical rechazo" a la intervención de la autonomía.
En concreto, fueron cuatro los regidores del PSC que pidieron una "reconducción del conflicto" que ha de pasar por una "solución política". Nuria Parlon, alcaldesa de Santa Coloma de Gramanet, Jordi Ballart, de Terrasa, Josep Mayoral, de Granollers e Ignasi Giménez de Castellar del Vallès, han pedido que se paralice el 155 y se inicie un proceso para reformar la Constitución y elaborar un Estatuto que dé respuesta a "los anhelos de la sociedad catalana".
Por si este posicionamiento no abriese suficientes fisuras, a última hora de la tarde y antes de que el president Carles Puigdemont contestase a las medidas aprobadas por el Gobierno, Nuria Parlon comunicó a Pedro Sánchez que renunciaba a su cargo como secretaria de Cohesión e Integración de la Ejecutiva del PSOE por no compartir la aplicación del 155.
En un comunicado, los socialistas afirman que "respetamos la decisión de la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet de no formar parte de la dirección de la CEF" dada "la situación actual de máxima tensión en Cataluña". Pero las discrepancias entre la dirección general y algunos integrantes de su "partido hermano" se han hecho palpables este sábado.
Prudencia desde la dirección general
A diferencia de los demás partidos, los socialistas han optado por la prudencia. Su líder, Pedro Sánchez, compareció incluso antes que Mariano Rajoy y no citó ni el artículo 155, ni la destitución de Carles Puigdemont como president de la Generalitat ni las elecciones en Cataluña, pero sí reafirmó su absoluto compromiso con la Constitución y la legalidad que subvierten los “secesionistas”. "El secesionismo es el Brexit de Cataluña", ha dicho y, con el PP, "discrepancias sobre la integridad territorial de España, ninguna”, dijo.
El líder del PSC, que según La Sexta se reunió secretamente con Puigdemont este viernes, aseguró en Twitter que “salir de la legalidad era provocar el choque de trenes” y dio dos opciones al president de la Generalitat: convocar elecciones ahora que aún puede, ya que el Senado no facultará hasta el viernes a Rajoy para cesarlo, o renuncia a la independencia y se planta en la Cámara Alta esta semana para liderar un diálogo dentro de la ley.
Último intento de diálogo
La postura de los socialistas catalanes es un último intento por el diálogo que parece abocado al fracaso por las posiciones muy contundentes de la Generalitat y del Gobierno. Pero muestra que al PSC no le gusta nada el 155, como han manifestado los alcaldes de Santa Coloma de Gramanet, Terrassa, Granolles y Castellar del Vallès.
El PSOE, que en el pasado también apeló a un diálogo entre Puigdemont y Rajoy, ya ha dejado de pedirlo y se concentra ahora en que la aplicación del 155 sea lo más limitada y breve posible.
“Frente a esta desafío [de la independencia], el PSOE considera que el Estado social y democrático de Derecho está legitimado para reaccionar con los instrumentos que la Constitución le otorga, incluido el artículo 155”, asegura un argumentario interno de Ferraz. Según el PSOE, el 155 tiene que devolver a Cataluña a la legalidad, despejar incertidumbres económicas y sociales en “un espacio de tiempo lo más breve posible”.
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